Ciudad de México.- En un ambiente cargado de expectativas y tensiones, los candidatos presidenciales Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez se enfrentaron en el segundo debate presidencial del 2024, celebrado el pasado domingo como parte de la cuenta regresiva hacia las elecciones del 2 de junio. Organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) bajo el tema "La ruta hacia el desarrollo de México", el debate se convirtió en un escenario crucial para que los aspirantes presentaran sus planes y estrategias destinados a mejorar la vida de los ciudadanos mexicanos.
Una vez finalizado el debate, las encuestas revelaron una clara preferencia hacia Claudia Sheinbaum. Según una investigación realizada por Demoscopia Digital, el 70.1 por ciento de los encuestados considera que Sheinbaum fue la ganadora indiscutible del encuentro, seguida por Xóchitl Gálvez con un 15.8 por ciento, mientras que Jorge Álvarez Máynez se posiciona en tercer lugar con un 14.1 por ciento.
Los resultados de TResearch respaldaron esta tendencia, con el 51 por ciento del electorado declarando a Sheinbaum como la vencedora, seguida por Gálvez con el 31 por ciento y Álvarez Máynez con solo el 12 por ciento. Por otro lado, una encuesta de Massive Caller indicó que el 63.1 por ciento de los mexicanos sintonizaron el debate, con un 56 por ciento de ellos considerando que Xóchitl Gálvez presentó las mejores propuestas, seguida por Sheinbaum con el 32.4 por ciento y Álvarez Máynez con el 11.6 por ciento.
Durante este encuentro, se abordaron una amplia gama de temas en cuatro bloques temáticos distintos, que incluyeron desde el crecimiento económico y el empleo hasta la inflación, la pobreza y la desigualdad. Además, se discutieron asuntos relacionados con la infraestructura, el desarrollo y el cambio climático, aspectos fundamentales que afectan directamente la vida de los ciudadanos mexicanos.
En un ambiente cargado de expectativas, cada candidato tuvo la oportunidad de presentar su visión y propuestas en relación con estos temas cruciales para el país. Desde el análisis de políticas económicas hasta la consideración de medidas para abordar la crisis climática, el debate ofreció a los contendientes la plataforma ideal para destacar sus enfoques y diferenciarse entre sí ante el electorado.
Este segundo debate presidencial se convirtió así en un punto de inflexión en la campaña electoral, donde las posturas de los candidatos se pusieron a prueba y se sometieron al escrutinio público. La discusión sobre estos temas esenciales no solo ofreció a los ciudadanos una visión más clara de las propuestas de cada candidato, sino que también les permitió evaluar su capacidad para abordar los desafíos que enfrenta México en la actualidad.
Fuente: Tribuna Sonora