Cajeme, Sonora.-El Año Nuevo 2024 empezó con dureza. Cierto que no sorprende, pero estos días la violencia se ha cebado con los actores políticos. Tan solo en la primera semana hubo varios asesinatos contra actores políticos que aspiraban a contender en las elecciones a realizarse en junio.
Esta noticia avisa que, de nuevo, las campañas electorales estarán en medio de la violencia directa contra aspirantes, candidatos y dirigentes partidistas. Los análisis de centros de investigación y de la sociedad civil confirman que la violencia se ha incrementado en cada uno de los últimos procesos electorales, siendo en los municipios donde la situación es peor.
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Es altamente probable que 2024 sea el año con mayor número de agresiones y asesinatos a candidatos y precandidatos en la historia del país”, dijo Armando Vargas, consultor senior en la Unidad de Riesgo Político de Integralia, firma consultora que presentó esta semana varios datos relevantes.
En los últimos veinte años, el blanco de los ataques han sido candidatos a cargos locales, ya sea alcaldías o regidurías. En esos casos encontramos al 71 por ciento de agredidos. Por partido, en los últimos seis años los más atacados están vinculados a Morena, los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) o a sus gobiernos.
La violencia criminal ya está en nuestras elecciones y mal se haría en negar este peligro que acecha a la más grande de nuestras prácticas democráticas”, se puede leer en los documentos de investigación del Instituto Nacional Electoral.
Ahora, en el actual proceso electoral, expertos en violencia política advierten que éste será el más violento, de entrada, porque con 20,367 cargos a elegir, por lo que estarán en circulación más de 50 mil aspirantes a diversas posiciones.
El 2 de junio se renovarán alcaldías en los municipios de 30 entidades, lo que pone la situación al límite, pues es en los municipios en donde el crimen organizado concentra sus ataques. Además, porque se renovarán presidencias y cargos municipales en 30 de 32 entidades y es ese nivel de gobierno donde el crimen organizado, que se considera principal instigador de la violencia contra los políticos, centra sus agresiones.
También estarán en juego ocho gubernaturas, la Jefatura de Gobierno de la ciudad y 1098 diputados de congresos locales. Integralia documentó 30 asesinatos de candidatos y aspirantes en ocho años, de las elecciones de 2008 a 2015. En el proceso electoral federal y locales de 2018 fueron 48 los asesinados.
En las elecciones intermedias de 2021, las más recientes, la cifra casi se cuatriplicó: fueron ultimados 179 políticos, entre ellos 36 aspirantes o candidatos a cargos de elección popular. Y de ellos, 64 por ciento buscaban ser o reelegirse como presidentes municipales. Recordemos que ese año tocó una desgracia en Sonora: el cobarde asesinato de Abel Murrieta, candidato a la alcaldía por Movimiento Ciudadano.
Por el poder
El analista político José Antonio Crespo dice que las consecuencias habituales de esos crímenes son que los candidatos abandonen sus intenciones al encontrarse bajo riesgo y que sean orillados a pactar con la delincuencia: “El crimen organizado tiene vínculos con policías, autoridades municipales o federales que podrían estar en el juego, no ejerciendo la violencia directamente, pero sí en complicidades políticas de narco y gobierno, y su tarea consta de cuál candidato consideran que va a jugar con ellos, cuál escogen e intimidar a quien no le entre”, expone el articulista.
Data Cívica ha contabilizado mil 511 ataques contra funcionarios públicos, aspirantes a algún cargo o instalaciones gubernamentales y de partidos políticos desde 2018. Itzel Soto, coordinadora del proyecto, explica cómo los ataques se dan con la intención de lograr un control de las demarcaciones por parte de los grupos delincuenciales.
Pensamos que el crimen organizado está buscando incidir en la política y un interés muy claro es incidir en la política de seguridad, que incluye capturar a esos cuerpos”, explica.
Fuente: Tribuna