Ciudad de México. - Tres civiles, entre ellos una mujer y dos menores de edad, murieron en hechos separados en Tamaulipas, presuntamente por disparos de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional. Las denuncias fueron presentadas por Raymundo Ramos, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, quien calificó el fin de semana como “trágico” y exigió una revisión de los protocolos militares para evitar más víctimas civiles.
Durante una entrevista con Azucena Uresti en Grupo Fórmula, Ramos detalló que las muertes ocurrieron en tres eventos distintos durante operativos de las fuerzas federales en la entidad, en el marco de enfrentamientos con presuntos criminales.
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Primer incidente:
Una enfermera fue asesinada cuando la camioneta en la que viajaba con su familia quedó en medio de una persecución entre miembros del Ejército y civiles armados. Víctor Manuel Carrillo Martínez, esposo de la víctima, denunció que ningún militar se acercó para brindarles auxilio tras la agresión.
Segundo incidente:
El sábado 12 de octubre, una niña de ocho años murió luego de recibir un impacto de bala en la cabeza. De acuerdo con las versiones preliminares, la menor estaba viajando en un automóvil con su abuela cuando elementos de la Guardia Nacional, al intentar repeler un ataque, dispararon por error. La niña falleció más tarde en un hospital debido a la gravedad de la herida.
Tercer incidente:
En otro hecho, un joven de 18 años, reportado como desaparecido, murió durante un enfrentamiento entre la Guardia Nacional y civiles armados. El joven fue encontrado en la cajuela de un automóvil, con múltiples impactos de bala y aparentes signos de tortura, lo que hace suponer que estaba secuestrado.
Pero eso no fue todo, pues Raymundo Ramos señaló que se le habría sembrado un arma al joven tras su muerte.
Alguien le puso un arma, y creemos que fue la Guardia Nacional porque, por la forma en que estaba sometido, no había manera de que la pudiera sostener”, aseguró el defensor.
Hasta el momento, Sedena y las autoridades estatales no han emitido ningún comunicado oficial sobre estos incidentes. La falta de pronunciamiento ha generado preocupación entre los familiares de las víctimas y organizaciones de derechos humanos.
Raymundo Ramos informó que esta tarde enviarán una petición formal a la presidenta Claudia Sheinbaum para que se revisen los protocolos de actuación de las Fuerzas Armadas en operativos contra el crimen organizado.
Pedimos que cese la muerte de civiles. Es urgente que se modifiquen los procedimientos para evitar que inocentes sigan cayendo en este tipo de situaciones”, demandó Ramos.
Para quien no esté informado, Tamaulipas ha sido escenario de operativos militares y enfrentamientos armados en el contexto de la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, la creciente participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública ha generado preocupación por el riesgo de violaciones a los derechos humanos.
Este nuevo episodio pone en evidencia las tensiones entre las estrategias militares y la necesidad de proteger a la población civil, generando presión sobre el gobierno federal para replantear las políticas de seguridad y protocolos de intervención.
Fuente: Tribuna