Montaña, Guerrero.- Durante la jornada del pasado jueves 24 de octubre, trascendió la noticia de la desaparición del exalcalde de Morena, en el municipio de Huamuxtitlán, Aurelio Méndez Rosales; sin embargo, horas más tarde se confirmó que, en realidad, el político perdió la vida en medio de un ataque armado, junto a su chofer, identificado por algunos medios de comunicación locales como Cristo.
De acuerdo con algunos informes, los hechos ocurrieron alrededor de las 14:00 horas del día de ayer en la localidad de la Montaña, en la mencionada entidad, momento en el que algunos nativos mencionaron haber escuchado diversas detonaciones de armas de fuego, por lo que solicitaron la presencia de las autoridades en el lugar. En primera instancia, se manejó que todo se había tratado de un secuestro; sin embargo, conforme mayor información salía a la luz, se pudo corroborar que fue un ataque en agravio del monerista.
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Según datos oficiales, brindados por la Fiscalía General del Estado de Guerrero, hasta el sitio acudieron efectivos de la Policía Ministerial, quienes pudieron corroborar que, dentro de la camioneta, se encontraban los cuerpos de Aurelio Méndez Rosales, quien renunció a su cargo de alcalde de Huamuxtitlán el pasado 30 de septiembre, así como también estaba Cristo ‘N’, quien fungía como chofer del político.
Dado a que ambos cadáveres se encontraban en la escena del crimen, se procedió a descartar la hipótesis de que el exmandatario había sido secuestrado. Asimismo, las autoridades procedieron a iniciar con las investigaciones de campo con la finalidad de descubrir cualquier pista que lleve a los responsables, de quienes se desconoce su paradero, así como también se ignora el móvil del crimen contra Méndez Rosales y su chofer.
Cabe señalar que la violencia en el ámbito político no ha dejado de escalar en los últimos meses, puesto durante el periodo de elección se pudieron ver desde ejecuciones a candidatos y personas relacionadas al mencionado proceso cívico, como amenazas e incluso secuestros. Si bien, se esperaba que las cosas se tranquilizaran luego de la fiesta electoral, la realidad es que no lo hicieron y aún a la fecha han ocurrido varias muertes de diversos alcaldes y exalcaldes, en distintos puntos de la República Mexicana.
Fuentes: Tribuna