Olinalá, Guerrero.- Este miércoles 9 de octubre, oficiales estatales, militares y elementos de la Guardia Nacional desplegaron un fuerte operativo de seguridad en Olinalá, en la región Montaña de Guerrero, luego de que policías comunitarios de dicho municipio calcinaron y mataron a dos jóvenes, quienes eran acusados de secuestrar a un vecino y de disparar en contra de otro en las inmediaciones del barrio de San Francisco, cerca del Ayuntamiento.
Según los reportes, en la mañana del martes 8 de octubre, hombres armados llegaron hasta el centro de la comunidad y le dispararon a un hombre, mismo que presuntamente había sido privado de su libertad. Esto provocó que la iglesia de la localidad hiciera sonar sus campanas en señal de alerta y así reunir a los lugareños. Los residentes se congregaron a las afueras del recinto para tomar medidas al respecto.
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De acuerdo a información de medios locales, las víctimas se encontraban circulando a bordo de una camioneta cuando fueron interceptados por los pobladores. La tensión comenzó a crecer y los ciudadanos tomaron la decisión de actuar por cuenta propia, esto ante la presunta falta de acción por parte de las autoridades locales que no han podido hacerle frente a la ola de violencia que azota la región desde hace tiempo.
Civiles armados, que integran la policía comunitaria de Olinalá junto a habitantes de otros municipios como Ahuacuotzingo, se organizaron para ir en busca de los supuestos delincuentes, quienes fueron detenidos alrededor del mediodía del martes 8 de octubre en una zona llamada Las Ceibas y posteriormente fueron llevados a una cancha de usos múltiples, en donde ya los esperaban otros vecinos de la comunidad.
En el lugar, los hombres fueron golpeados mientras se encontraban maniatados de pies y manos, tal y como se muestran en algunos videos que comenzaron a circular en redes sociales. Después los ciudadanos rociaron los cuerpos de las víctimas con gasolina y les prendieron fuego ante la presencia de las personas que se aglomeraron en el lugar.
Tras el linchamiento, el alcalde de Olinalá, el priista Manuel Sánchez Rosendo, condenó los hechos registrados y confirmó que el saldo de estos acontecimientos dejaron como saldo fue un ciudadano privado de su libertad, así como la muerte de los dos presuntos secuestradores. Asimismo, el Ayuntamiento emitió un comunicado para rechazar cualquier acto de violencia y la impartición de justicia de forma particular.
Fuente: Tribuna