Chilpancingo, Guerrero. - La violencia volvió a estremecer Chilpancingo, Guerrero, la mañana de este miércoles 20 de noviembre, cuando una balacera registrada en la avenida Ruffo Figueroa, cerca de un supermercado, dejó al menos dos personas muertas y siete heridas. Hay que indicar que los hechos generaron pánico entre la población en una de las zonas más concurridas de la capital guerrerense.
El incidente ocurrió a las 11:05 de la mañana, en la parada de transporte público frente a una tienda Aurrera Sur. Según testigos, se trató de un ataque armado que sembró el pánico en el área. Elementos de la Secretaría de Seguridad de Guerrero, así como equipos de primeros auxilios, acudieron rápidamente al lugar para atender a las víctimas y asegurar la zona.
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Entre las víctimas mortales se identificó a dos integrantes del Frente Democrático Guerrerense, quienes, según reportes preliminares, se encontraban en el sitio para organizar una manifestación en apoyo a los damnificados por los huracanes John y Otis.
El subsecretario de Desarrollo Político y Social, Francisco Rodríguez Cisneros, informó sobre la implementación de un fuerte dispositivo de seguridad en la zona tras el ataque. "Estamos actuando de manera inmediata para garantizar la seguridad y apoyar a los heridos", declaró.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos. Hasta ahora, no se han emitido detalles sobre los posibles responsables ni sobre el móvil del ataque.
Este incidente vuelve a poner en el foco la creciente violencia en Guerrero, un estado afectado por conflictos sociales y problemas de seguridad. En esta ocasión, el ataque se relaciona con una protesta social, lo que ha generado un mayor clima de tensión entre los habitantes de Chilpancingo.
Los siete heridos fueron trasladados a hospitales cercanos, donde su estado de salud aún no ha sido confirmado oficialmente. Mientras tanto, familiares de las víctimas y ciudadanos exigen justicia y una mayor presencia de seguridad para evitar que hechos como este sigan ocurriendo en la entidad.
Organizaciones sociales y ciudadanos han condenado el ataque, señalando que la violencia no debe ser la respuesta a los reclamos sociales. Además, han hecho un llamado al gobierno estatal y federal para garantizar la seguridad de las manifestaciones y proteger a los ciudadanos en espacios públicos.
Con este ataque, la situación de seguridad en Guerrero vuelve a estar bajo el escrutinio público, en un contexto de crisis social y climática que afecta a miles de damnificados en el estado.
Fuente: Tribuna