Guadalajara, Jalisco. — Lo que debería haber sido una noche de fiesta futbolística terminó empañada por la violencia en el Clásico Tapatío. A pesar de la victoria del Atlas 2-1 sobre Chivas en el Play-In, el evento fue escenario de un grave ataque contra Gerardo Soria, un aficionado rojinegro, quien denunció en redes sociales haber sido apuñalado con un arma blanca dentro del Estadio Akron.
Desafortunadamente, el seguidor del Atlas sufrió cuatro heridas, una de las cuales perforó su pulmón derecho. En su cuenta de Instagram, compartió imágenes de sus lesiones y de su camiseta ensangrentada, junto con un mensaje que refleja la gravedad del incidente:
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Creo que me retiro de ir a los estadios del futbol mexicano. Cuatro heridas con arma blanca dentro del estadio, una de ellas perforó mi pulmón derecho. Solo gasas, ni sutura, ni ambulancia. Me moví por mis propios medios. Creo que algo andan haciendo mal”.
Soria relató que el ataque ocurrió mientras defendía a su hijo, una circunstancia que ha causado aún más indignación. “Todo esto por defender a mi hijo, qué bueno que fui yo y no él”, expresó. El aficionado criticó la falta de atención médica adecuada dentro del estadio, indicando que solo recibió gasas para detener la hemorragia y tuvo que trasladarse por sus propios medios para recibir atención médica.
En redes sociales, la cuenta AtlasTodaLaVida compartió un video donde se observa al presunto agresor huyendo mientras un policía intenta detenerlo. Sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado la identidad ni el paradero del responsable. Este hecho, junto con otros reportes de violencia dentro y fuera del recinto, reaviva las preocupaciones sobre la seguridad en los estadios del futbol mexicano.
El Clásico Tapatío, conocido por la histórica rivalidad entre las aficiones del Atlas y las Chivas, había sido catalogado como un evento de alto riesgo. Sin embargo, los protocolos de seguridad no lograron prevenir incidentes como el ataque a Soria.
La falta de declaraciones oficiales por parte de las autoridades de seguridad y de las directivas de ambos equipos ha generado descontento entre los aficionados, quienes demandan acciones contundentes para identificar y sancionar al responsable, así como garantizar la seguridad en los estadios.
En redes sociales, Gerardo Soria ha recibido muestras de solidaridad, con numerosos usuarios instándolo a presentar una denuncia formal para que se haga justicia. El ataque también ha abierto nuevamente el debate sobre la violencia en el futbol mexicano, un problema que sigue sin resolverse a pesar de múltiples llamados a la acción.
El caso de Soria es un recordatorio alarmante de que, para muchos aficionados, asistir a un partido en vivo no es una experiencia segura. La indignación crece, mientras las familias que asisten al futbol mexicano esperan respuestas claras y medidas que aseguren que los estadios no sean espacios de violencia, sino de disfrute y convivencia.
Fuente: Tribuna Sonora