Ciudad de México.- Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmara la muerte de 12 personas después del enfrentamiento del 19 de febrero entre Los Tlacos con su cártel adversario, La Familia Michoacana, en el estado de Guerrero, muchos se preguntan sobre el origen del primer grupo criminal, así como sus acciones y los delitos a los que se le relaciona, ya que es de reciente creación, aunque sus actos han sido sanguinarios.
De acuerdo con las autoridades federales, al menos 16 grupos delictivos operan en Guerrero, entre los que destacan Los Tlacos, un grupo criminal conocido también como el Cártel de la Sierra o Federación Guerrerense. Es el principal enemigo de la Familia Michoacana en la región y opera no solo en Guerrero, también en otras zonas de la Tierra Caliente que incluyen Michoacán y el Estado de México.
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Entre los actos de violencia más conocidos de Los Tlacos se encuentra un ataque con drones que dejó 30 muertos en una localidad que se ubica a 275 kilómetros de Chilpancingo, Guerrero. De acuerdo con la información oficial, el grupo surgió en 2017 como una autodefensa en Guerrero de la Policía Comunitaria de General Heliodoro Castillo, el objetivo era enfrentar el narcotráfico, el nombre derivó del municipio en el que operan, llamado Tlacoteopec.
Sin embargo, su objetivo cambio y pronto se contaminaron de la violencia, por lo que ahora se les relaciona con la explotación minera y la venta de madera. En ese sentido, su líder es un hombre identificado como Onésimo Marquina Chapa, alias ‘El Necho’, así como Humberto Moreno Catalán, alias ‘El Comunitario’. Además de la enfrentarse con la Familia Michoacana, el grupo criminal mantiene disputas con el Cártel del Sur.
Al igual que el resto de grupos criminales, Los Tlacos extorsionan a comerciantes y transportistas a través del cobro de piso, todo ello mientras mantienen disputas como la registrada el 19 de febrero, en San Miguel Totolapan, en el estado de Guerrero, que conmocionó al país por la brutalidad de los videos compartidos por los criminales, en los cuales grabaron los cadáveres de sus adversarios mientras los apilaban para incinerarlos.
Fuente: Tribuna