Ciudad de México.- Abraham Presilla, el hombre captado agrediendo a mujeres durante la marcha del Día Internacional de la Mujer (8M), ha generado controversia al iniciar una colecta de fondos a través de la plataforma GoFundMe. En un video publicado en redes sociales, Presilla explicó su versión de los hechos y anunció su objetivo de obtener recursos para reparar su motocicleta y cubrir las multas, solicitando la abrumadora cantidad de 6 millones de pesos mexicanos.
En la descripción de su colecta, el hombre detalló que los fondos serían destinados a recuperar su motocicleta, la cual se encuentra retenida, así como para cubrir la fianza y reemplazar sus pertenencias personales dañadas durante el incidente, entre las que se incluyen un casco, una mochila, un lector electrónico, un libro de historia griega, complementos alimenticios y una cadena de plata.
Aunque Presilla estableció una meta de 380 mil dólares, hasta el momento ha logrado recaudar aproximadamente 2 mil 750 dólares, lo que equivale a más de 46 mil pesos mexicanos, provenientes de más de 74 donaciones. Sin embargo, esta iniciativa ha desatado una ola de críticas en internet, donde numerosos internautas han denunciado su recaudación de fondos y han instado a la población a no contribuir económicamente con un agresor de mujeres.
Diversas cuentas en redes sociales han emprendido campañas para denunciar la colecta de Abraham Presilla y evitar que obtenga apoyo financiero por sus acciones violentas. A pesar de ello, algunas figuras públicas, como Ricardo Salinas Pliego, presidente de TV Azteca, han expresado su respaldo al motociclista, generando aún más debate en torno al tema.
En su descripción de la colecta, Presilla ofreció su versión de los hechos, argumentando que actuó en defensa personal frente a las agresiones físicas recibidas por parte de las mujeres durante la manifestación del 8M. Según su relato, él no inició las hostilidades y se vio obligado a responder en legítima defensa para proteger su integridad física y dignidad.
El motociclista también compartió que, si bien fue liberado con la ayuda de su familia, ha enfrentado diversos problemas posteriores al incidente, incluyendo la incertidumbre laboral y la persistente conmoción por lo ocurrido.
La recaudación de fondos de Abraham Presilla ha avivado el debate sobre la violencia de género y la responsabilidad de los agresores, así como sobre el uso de las redes sociales como plataforma para la justicia y la rendición de cuentas. Mientras tanto, la polémica continúa en línea, con opiniones encontradas respecto a la legitimidad de su solicitud de ayuda económica y las consecuencias de sus acciones.
Fuente: TRIBUNA