Ciudad de México.- En punto de las media noche del pasado domingo, 22 de septiembre, se registró un ataque armado en el que dos menores y un joven, de 18 años, resultaron con heridas de bala, luego de que unos sujetos los abordaran y atacaran en plena vía pública de la Venustiano Carranza, en la Ciudad de México. De acuerdo con los informes, el motivo del ataque radicaba en que uno de los adolescente presumía que pertenecía a la Unión Tepito.
De acuerdo con algunos reportes, las víctimas fueron Deymar Aarón, de 15 años; José Luis, de 18; y Yosmar Jaciel, de 11. Según reportes, el primero solía presumir que era un sicario que pertenecía al mencionado cartel, lo que se cree que propició el ataque de verdaderos pistoleros. Según datos de medios locales, el trío se encontraba transitando abordo de sus motocicletas entre las calles Grabados y Herreros, cuando fueron agredidos con un arma de fuego.
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El primero en caer fue Deymar, quien recibió cerca de cinco disparos en su cuerpo. José Luis, de 18 años, recibió un disparo en el antebrazo izquierdo; mientras que el menor de 11 años también resultó herido en la pierna izquierda y aunque intentó emprender la huida, terminó por chocar contra un vehículo calles más adelante. De hecho, la dueña del auto fue quien contactó con las autoridades al denunciar que un infante se había estampado contra su auto.
Si bien, los adolescente de 18 y 11 años sí lograron sobrevivir al ataque (puesto recibieron una menor cantidad de balas), Deymar, también conocido como el ‘Chicha’, perdió la vida. La hermana del ahora occiso llegó hasta la escena del crimen y se informa que comenzó a llorar por su familiar muerto. Por otro lado, es menester señalar que ninguno de los dos jóvenes tuvo alguna consecuencia por la agresión que sufrieron.
En tanto, algunos reportes informan que Deymar solía presumir que pertenecía a la Unión Tepito y que fungía como sicario de éstos; también se llegó a decir que el adolescente ocultaba su edad real declarando que contaba con 12 años, esto con la finalidad de que las autoridades no le impusieran castigos severos por las actividades que pudiese llegar a realizar o por hacerse pasar por un miembro del crimen organizado.
Fuentes: Tribuna