Ciudad Obregón, Sonora.- El Distrito de Riego 018 es la ‘manzana de la discordia’ en la actual disputa por el agua; políticos, empresarios y productores han debatido el tema en un sinfín de ocasiones, todos desde su punto de vista. De un lado, se asegura la inexistencia del líquido prometido a los Yaquis y del otro hay quienes "creen" que el agua sí les va a alcanzar como por obra de magia.
Sin embargo, para los científicos, el tema sobre la disponibilidad de agua en la cuenca del Río Yaqui va mucho más allá, es un poliedro con bastantes aristas de las que no se habla. Más allá de filias y fobias, investigadores entrevistados por TRIBUNA coinciden en que "sí es posible" lograr un ahorro hídrico para otorgar los poco más de 500 millones de metros cúbicos necesarios para la etnia Yaqui, claro haciendo los ajustes necesarios, sobretodo en la agricultura.
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El investigador en políticas públicas, Nicolás Pineda Pablos, abre la conversación al poner los datos duros sobre la mesa, primeramente recuerda que el escurrimiento anual del Río Yaqui es de 3 mil 151 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua en promedio, esto tomando en consideración las grandes variaciones anuales, es decir hay años donde la aportación es mucho menor.
Otro dato, es que la cuenca tiene tres presas con una capacidad de almacenamiento total de 7 mil 008 millones de metros cúbicos, señala que en junio de 2021 el almacenamiento de las presas era de apenas mil 918 millones de metros cúbicos. Por ello, Pineda Pablos enfatiza que es necesario tener un "modelo que plantee el promedio de escurrimiento que tiene el río y se valore cuáles son los intereses que hay que impulsar", ya que se necesitan casi 500 millones de metros cúbicos más para dotar el Distrito de Riego 018.
Para que el agua alcance para todos, explica que es necesario plantearse sí se quiere tener una productividad netamente agrícola tomando en consideración que los cultivos del Valle del Yaqui y Mayo se enfocan al trigo y maíz (75 por ciento de la superficie del Distrito 041 es dedicada al trigo) los cuales "consumen mucha agua y producen poco empleo".
"Hay tres cambios fundamentales: 1) recubrimiento de canales, 2) tecnificar el riego, que el riego que se lleva a cabo no sea por gravedad o por inundación, no es que este mal, pero es un sistema que consume mucha agua y existen muchos riegos tecnificados que te dan lo que la planta necesita y 3) cambiar a cultivos más productivos, es decir una convergencia".
Sobre este último punto, el investigador ve como principal problema la "zona de confort" en la que los agricultores han estado los últimos casi 50 años. "Dicen que es muy cómodo, porque el negocio con el precio de garantía le da para vivir bien al agricultor, comprarse su pickup, tener una buena casa y sus vacaciones cada año.
Esa es una zona de confort que si cambian de cultivo pues les cambia todo el calendario porque hay un periodo de aprendizaje y la economía ya no les da. Sin embargo, con los anteriores puntos se pudiera economizar más de la mitad de riego del Valle del Yaqui y me refiero no para darle a Hermosillo, sino a los Yaquis".
Nicolás Pineda Pablos, destaca que la nueva situación del agua en Sonora dependerá de cómo se manejen los diferentes grupos de poder-políticos y los acuerdos que estos lleguen, también el papel de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) será crucial.
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El panorama de distribución de agua no es tan simple como parece, pues el Río Yaqui no solo da agua a Hermosillo sino a Guaymas y hasta para Navojoa, plantea el académico e investigador Rodrigo González Enríquez, quien sostiene que el decreto que les está haciendo valer el presidente a los Yaquis es un cumplimento al decreto que en 1940 otorgó Lázaro Cárdenas, "los Yaquis siempre han estado peleando por su mitad de agua de la cuenca".
González Enríquez explica que existen 3 exportaciones a otras cuencas, la primera, y conocida por todos, al Río Sonora mediante el Acueducto Independencia con un promedio de 33 millones de metros cúbicos anuales; el segundo, hecho por el exgobernador Manlio Fabio Beltrones, el acueducto Yaqui-Guaymas, es un acueducto que extrae agua de la rivera del río a la altura de la población de Hornos para enviar alrededor de 15 millones de metros cúbicos (actualmente 7.5 millones de metros cúbicos por la presencia de metales) a Guaymas y Empalme.
Y la tercera sale del Canal Alto a tres módulos de riego llamados Santini I, Santini II y Bacame que van directo a la cuenca del Río Mayo a los que se les conduce 8.5 millones de metros cúbicos anuales. "El decreto dice que en medida que las tierras de los Yaquis fueran creciendo se les iba a estar otorgando el volumen requerido, el tiempo pasó y lo que sí creció fue el Distrito de Riego 041 de 60 mil hectáreas a 122 mil hectáreas.
Si asusta que de pronto se pretenda darle el 50 por ciento de la cuenca a la etnia y que para irrigarlas se va a tener que empezar a repartir el agua. Desde ahorita existe un fuerte jaloneo o conflicto por los volúmenes de agua que están otorgados en derecho a todos los usuarios incluyendo al Distrito 018 de los Yaquis que de 25 mil hectáreas va a pasar a ser un poco más de 600 mil hectáreas, va a ser enormemente grande y el sistema de presas va a seguir siendo los 3 mil millones de metros cúbicos que llueve, más intentar buscar rescatar de los mil millones que se pierden un volumen de agua que hasta cierto punto para que el conflicto no sea tan fuerte".
Al igual que Nicolás Pineda Pablos, González Enríquez afirma que "sí es posible/factible" rescatar los 500 millones de metros cúbicos más para la tribu Yaqui, pero para ello es necesario cambiar el sistema de riego.
Porque en la agricultura está el ahorro del agua, ponle que en las ciudades también porque hay muchas fugas, pero la agricultura consume el 80 por ciento del agua de todo la cuenca, si ahorramos el 10 por ciento empezamos a generar una optimización del uso del agua sin castigar el rendimiento económico de la agricultura".
El investigador considera que el tema no se ha hablado tanto como se quisiera desde el punto de vista de la ciencia, "si es factible el ahorro, pero tienen que salirse del terreno de la política, porque no tenemos políticos con capacidad de aceptación de un técnico o desde el punto de vista de la ciencia de las universidades. Si seguimos haciendo las mismas cosas, se nos va a venir un conflicto por el tema del agua".