Ciudad Obregón, Sonora.- El problema de los menores en calle es una realidad notable y creciente en Cajeme. Muchos de estos niños, obligados por la pandemia, buscan ganarse unos pesos como limpiavidrios en los cruceros. Otros, por el entorno propio de violencia en casa y omisión de cuidados salen a buscar lo que no encuentran en su hogar, lo que los hace víctimas fáciles de las drogas y el alcohol.
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La problemática responde directamente a la falta de responsabilidad de los padres pero también a la omisión de las autoridades competentes, quienes aunque son conscientes del tema, basan sus acciones en denuncias de la ciudadanía para proceder. Claro está que al ser un problema cambiante no se tiene control sobre ello y las cifras del problema se basan en promedios.
En un recorrido realizado por TRIBUNA se pudo constatar que en varios cruceros de la ciudad hay menores que se dedican a limpiar vidrios o vender dulces, siendo esto solo una parte del problema de los niños en la calle. Los puntos donde se puede observar a estos menores son principalmente en el Centro de la ciudad, la salida norte (a la altura de las letras de Ciudad Obregón), y la calle 300 y Michoacán.
Un tema poco registrado
Las autoridades no llevan un registro como tal de los menores en calle (que están o no trabajando), siendo este una arista del gran problema. Al cierre de octubre, la Unidad Especializada para Menores registró un promedio mensual de 40 a 50 menores, de 13 a 17 años, presentados a la instancia siendo una de las razones: escandalizar en la vía pública y el uso de drogas, más no el trabajar pese a ser un hecho.
Del total de menores de 11 a 15 han manifestado tener algún encuentro con drogas, siendo la de principal consumo la marihuana, seguido del cristal y algunos solventes. La titular de la unidad, Miriam Tapia Rodríguez, llama a denunciar pues aunque existen talleres y asesorías psicológicas solo funcionan en base a denuncias.
“No es tanto como se piensa”
Si bien, el procurador de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Cajeme, Noé Oroz Ortega, reconoció el problema de los menores en calle que están trabajando, aseguró que aunque hay incidencia de reportes no es tanta como se pudiera creer.
Registramos en promedio de 5 a 8 casos de menores en situación de calle, o laborando en las mismas, los cuales se saben gracias a la ciudadanía, que es la que reporta, incluso personal de nosotros cuando detectamos algún caso, lo reportamos a la Unidad Especializada”, dijo.
Es decir, aunque la presencia de menores trabajando o en calle pudiese ser más, es necesario que se realice una denuncia para que la autoridad pueda actuar en consecuencia.
Cabe señalar que en la pasada administración la misma procuraduría del menor aplicó un programa para regular a los menores de edad que se encontraban trabajando, especialmente a los del primer cuadro de la ciudad, sin embargo, el proyecto sólo les duró un mes, nunca se vieron avances reales y no se informó más sobre ello.
Fuente: Staff