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Casas de hospicios de la región de Empalme y Guaymas se mantienen pese a pandemia

Sin ningún tipo de ayuda por parte de las autoridades, sitios de asistencia salen adelante gracias al aporte ciudadano

A principio de año ocurrió un brote de covid en un asilo de GuaymasCréditos: Internet
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Guaymas, Sonora.- Ante la poca o nula ayuda de las autoridades correspondientes, las casas de hospicios que existen en la región se mantienen con el altruismo de la ciudadanía, sin embargo muchas de estas viven al día de la caridad, por lo que hacen el llamado a sumarse a las actividades que realizan.

En Empalme y Guaymas existen cinco sitios que brindan este tipo de atención, donde residen aproximadamente más de 100 personas, entre menores de edad y adultos mayores, aunado al personal que labora dentro de dichos lugares.


Angelina Porras, encargada de la Casa Hogar Paz y Bien del Puerto, manifestó que la afluencia de personas que ayudan en el sitio ha bajado considerablemente, pero aun así han logrado salir a delante con las aportaciones de ciudadanos.


Por lo mismo de la pandemia mantenemos la casa cerrada al público, donde se atienden a los niños que viven de planta, cuyos gastos aun así son en ocasiones incosteables”. 


Señaló que han tratado de salir adelante con las pocas personas que colaboran, a pesar de que la ayuda es poca y se comprende por la situación sanitaria.


Mantenemos la actividad del bazar de ropa, el cual es para sacar fondos para comprar alimentos de la canasta básica, pues es lo que más se requiere”.


Asimismo, Alma Lorena Cota, encargada de la Casa Hogar Amor, Agua y Más, de Guaymas, comentó que no cuentan con apoyos de ninguna autoridad municipal, por lo que tienen que hacer actividades para sacar fondos monetarios.


Tenemos un programa que es ‘Cien pesos por amor’, donde ciudadanos al mes dan su cooperación, cuyas ganancias son para comprar el mandado, artículos de limpieza y demás gastos que surjan”. 


Expuso que las condiciones en las que se encuentra el sitio son normales como en cualquier otra casa, pero con un número de habitantes más grande.

 

Somos una familia de 28 huéspedes más el personal voluntariado que acude a las labores, cuyo principal apoyo son de misioneros nacionales, extranjeros y la ciudadanía en general, porque recursos por parte del Gobierno o de alguna institución no se tienen”.


Claudia Socorro Valdez Lizárraga, encargada de la Casa Hogar ‘Nuestra Señora del Rosario’ en Empalme, aseguró que la ciudadanía siempre se encuentra en constante petición de información para ver las necesidades de los abuelitos, los cuales se encuentran en confinamiento para evitar contagios.


Estamos bien, claro que podríamos estar mejor pero dentro de lo que cabe la atención y ayuda que recibimos logra cumplir con las necesidades de los huéspedes, quienes solo se han quejado de no recibir visitas, pero buscamos su protección ante todo”.