Cajeme, Sonora.- La captura de Rafael Caro Quintero no sólo generó asombro entre sus huestes y las de los grupos rivales, sino también la posibilidad de que las condiciones de inseguridad y violencia mejoren, al menos por un tiempo, en Sonora.
De acuerdo con reportes de la prensa norteamericana, en 2003, año en que fue liberado gracias a un tecnicismo, Caro solicitó protección a Ismael ‘El Mayo’ Zambada mientras se encontraba en Chihuahua, donde se estableció por un tiempo hasta que volvió a Sinaloa, específicamente a Surutato, cerca de Badiraguato.
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Pero esta alianza no floreció, pues el hoy detenido comenzó su plan para recuperar los territorios de Sonora y Baja California que algún día controló: se rodeó de familiares que se encontraban dentro del negocio criminal y creó brazos armados para combatir a sus rivales.
El Cartel de Caborca comenzó a tomar forma gracias a varias alianzas regionales que Quintero logró para lograr la purga en Sonora, una que le garantizara operar libremente en un estado clave por su amplia frontera. La unión más relevante fue con La Línea, poderosa escisión del Cártel de Juárez, señalado por fraguar el asesinato de la familia Langford – LeBarón.
Claro que para entonces el negocio de la droga había cambiado radicalmente, y Caro se vio obligado a adaptarse a él, algo que logró gracias a la influencia de sus lugartenientes. Huelga destacar el pacto hecho con la Línea, la escisión más poderosa del capo.
Ya no se trataba únicamente del tráfico de drogas como la mariguana, sino que el negocio que él conoció y desarrolló junto a otros míticos líderes criminales había mutado ya a otros delitos como el tráfico de personas, las extorsiones y la distribución de otros estupefacientes.
Este incremento de fuerza no pasó desapercibido para el Cártel de Sinaloa, que se convirtió en el enemigo natural de Caro Quintero, disputando plazas a sangre y fuego, algo que Sonora ha atestiguado y pagado con muchas vidas.
El Futuro
La detención del capo fue tan sorpresiva como celebrada tanto en México como en Estados Unidos, pero más allá de que pueda darse la justicia de los casos pendientes, entre ellos el asesinato de Enrique Camarena, agente de la DEA muerto a manos del Cártel de Guadalajara del que él formaba parte, las dudas se encuentran en qué pasará en las que era sus zonas de influencia.
Para algunos analistas, la caída de Caro Quintero beneficia directamente al Cártel de Sinaloa, a quien se le allana el camino para controlar al cien por ciento Sonora, fundamental para el negocio del fentanilo, el más redituable en los últimos tiempos.
Parece que la detención es una jugada a dos bandas, tienes felices a los gringos y ayudas a Sinaloa a ganar la guerra en Sonora. Tal vez la apuesta es ir a buscar un monopolio criminal en Sonora para tratar de bajar la violencia en un estado muy emproblemado y al que no le ven solución”, explica Andrés Sumano, investigador del Colegio de la Frontera Norte.
La idea de Sumano, en la que el gobierno federal le ofrece un tributo al de Estados Unidos para bajar la tensión entre ambos y restaurar las relaciones diplomáticas, pero al mismo tiempo logra sacar del camino a un importante rival del que parece el grupo criminal predilecto, es tomada por varios medios y analistas.
Sin duda los rivales se moverán rápido y con contundencia aprovechando la coyuntura; este caso es muy significativo porque se trataba de una figura muy reconocida dentro del Cártel, alguien que representaba mucho de lo que es el negocio de las drogas”, explica Elia Zúñiga, investigadora.
Pero esta posible calma en Sonora, de darse, no duraría mucho, pues se trata de un estado demasiado importante para el crimen organizado debido al fentanilo. Se sabe que la entidad es, a través de Guaymas y de Puerto Libertad, el principal acceso de precursores químicos al país provenientes de Asia.
“El negocio es muy grande para dejarlo por una captura, la realidad es que los mecanismos que tienen son tan sofisticados y tan engrasados que tienen poco y nada qué ver con una sola persona”, expuso el analista Armando Rodríguez.
De acuerdo con la prensa internacional, los riesgos para Sonora serán los movimientos y reacomodos que se darán casi de forma natural entre los miembros del Cártel de Caborca, pero también entre sus aliados y sus rivales.
De hecho, el gobierno norteamericano lanzó una advertencia el mismo viernes de la captura, alertando a sus ciudadanos por un alza en la violencia en la entidad.
Fuente: Tribuna