Navojoa, Sonora.- Sin duda alguna, Francisco Javier Barreras Peralta, se ha convertido en un auténtico guardián de la vida para las familias navojoenses, ya que durante las últimas cuatro décadas, ha sido pieza fundamental de la heroica institución de la Cruz Roja en la ‘Perla del Mayo’.
Lo que inició como una inquietud de joven, hoy se ha convertido en el oficio de toda su vida, experiencia que le ha permitido brindar ayuda humanitaria durante los desastres naturales de la región, así como en catástrofes internacionales.
Te podría interesar
SU HISTORIA
Barreras Peralta ingresó a la Cruz Roja Mexicana el cinco de agosto de 1987, iniciando como voluntario, sin embargo, su dedicación y esfuerzo, le permitió ir escalando al interior de la institución, hasta convertirse en el coordinador de la delegación.
Los tiempos de nosotros estaban más difíciles, teníamos que buscar otras opciones que pudieran motivarte a hacer algo. Pero, la Cruz Roja a mí me ha servido muchísimo, tanto en mi carrera, como en mi vida personal, porque hace que seamos mejores seres humanos y tengamos ese don de servir a la población”, indicó.
El jefe de los socorristas, recordó sus primeros acercamientos con la institución y como su preparación le permitió subirse a una ambulancia para poder brindar los primeros auxilios a la población, posteriormente pasó por las áreas de operación, jefe de servicio, conductor de ambulancia, coordinador del área de juventud y después comandante de la Cruz Roja, nombramiento que obtuvo desde el año 2001.
SU AYUDA HUMANITARIA
Durante sus cuatro décadas de labor, Barreras Peralta se ha sumado a los trabajos de ayuda humanitaria en los desastres naturales del sur de Sonora, entre los cuales destacan, la tormenta tropical ‘Lowell’, la cual inundó el municipio de Huatabampo durante el año 2008, así como el huracán ‘Norbert’, el cual destruyó gran parte del municipio de Álamos en ese mismo año.
Sin embargo, su experiencia no conoce barreras, ya que en el año 2010, recibió el llamado por parte de la Cruz Roja Nacional, para sumarse a los equipos de socorristas que se trasladaron hasta la isla de Haití, la cual sufrió uno de los peores terremotos en su historia.
La jornada en Haití que ha sido una de las más fuertes. Hicimos un buen trabajo porque teníamos un equipo muy profesional, recuerdo que ahí estuvimos en todos los puestos, estuve en la bodega, en el área de vigilancia, en descarga de ayudas, en la entrega de despensas, donde incluso nos tocó otro temblor, pero siempre hemos sido muy bendecidos por nuestros ángeles, los cuales son los socorristas que se han adelantado”, recordó.
Al relatar estas vivencias, el coordinador de socorristas hizo espera que estas experiencias detonen en los jóvenes, un deseo de continuar preparándose y concluir su carrera técnica de socorristas, para continuar engrandeciendo a la institución.
Fuente: Tribuna Sonora