Luego de que surgió la crisis sanitaria por Covid-19, hábitos de la vida cotidiana dieron un giro de 180 grados, por ejemplo, antes salíamos de casa sin preocupación por contraer una enfermedad que ha cobrado la vida de más de dos millones de personas a nivel global en tan solo un año.
Es común escuchar que las autoridades de salud recomiendan permanecer en confinamiento y restringir las salidas al espacio público para actividades esenciales, como la compra de alimentos, sin embargo, algunos no tienen el privilegio de guardar cuarentena al interior de los hogares.
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Para todos aquellos que no laboran bajo la modalidad home office y deben enfrentarse al transporte público y la convivencia con la sociedad, se recomienda llevar en cada viaje gel antibacterial, careta y el indiscutible cubrebocas.
Como segunda precaución habrá que evitar abordar a unidades con exceso de pasajeros. Dentro del vehículo, procurar mantener una distancia de al menos un metro entre personas.
Asimismo, paga tu traslado con la cantidad exacta para que de esta manera no se tenga contacto con el cambio. Por otra parte, alejar las manos de cualquier superficie. Desde luego, también es responsabilidad individual no dejar envoltorios o basura en el transporte.
Al descender es importante desinfectar las manos con gel y no llevar las manos a los ojos, nariz y boca, zonas sensibles al contagio de coronavirus.
Fuente: La Silla Rota