Francia.- Una mujer de 45 años, llamada Esther Jones de Oregón, Estados Unidos, es una persona inmunodeprimida quien, tras aplicarse ambas dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech no había logrado crear los anticuerpos suficientes para protegerse a sí misma, pero todo cambió después de recibir una tercera dosis de Moderna.
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Esta situación no ocurrió únicamente en Estados Unidos, ya que los proveedores de atención médica en Francia también han vuelto rutinaria la aplicación de una tercera vacuna en las personas inmunodeprimidas o con ciertas condiciones en este sistema.
EL doctor Dorry Segev, cirujano de trasplantes de la Universidad Johns Hopkins, quien dirigió un estudio en Estados Unidos, al que precisamente se inscribió Esther Jones, declaró:
Para las personas inmunodeprimidas puede ser aterrador y frustrante no recibir protección con las vacunas. Tienen que seguir exponiéndose sin haber recibido la inyección, solo hasta que encontremos la forma de otorgarles mayor inmunidad.
Por otro lado, el NIH se encuentra reuniendo a 400 personas inmunodeprimidas para realizar un ensayo que ayude a identificar otra forma de lograr proteger a este sector de la sociedad, pese a que no se encuentran muy optimistas, debido al tiempo que tardaría finalizar dicho estudio.
Desafortunadamente, lleva tiempo, especialmente como agencia gubernamental (...) tenemos que pasar por muchos procesos regulatorios y de aprobación para hacer este tipo de proyectos.
Mientras tanto, la investigación de la Universidad Johns Hpkins, habría obtenido una pista o un acercamiento a la inmunización total de las personas inmunodeprimidas.
Fuentes: New York Times