Ciudad de México.- Es un tipo de lípido indispensable para la vida: el colesterol. Este último es esencial para la composición de las membranas que rodean nuestras células, participa en la formación de conexiones entre nuestras neuronas y permite la síntesis de sustancias como los ácidos biliares, la vitamina D, o incluso algunas de nuestras hormonas. Pero un exceso de colesterol, especialmente el colesterol LDL, puede resultar peligroso para la salud y dañar y obstruir nuestros vasos, elevando así el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, es fundamental establecer hábitos de vida para no tener exceso.
Según la investigación de la Universidad de Exeter, Inglaterra, tener un estilo de vida sedentario durante la infancia puede aumentar los niveles de colesterol en dos tercios en la edad adulta, lo que afectaría la esperanza de vida. En este estudio, los investigadores descubrieron que la actividad física ligera podría revertir los riesgos y sería más eficaz que la actividad física de moderada a vigorosa.
Para llegar a estos resultados, los investigadores se basaron en los datos de un estudio británico llamado Avon Longitudinal Study of Parents and Children (ALSPAC). En total, representaba un panel de 792 niños. El estado de salud de los niños se analizó desde los 11 años hasta los 24 años, con un seguimiento de 13 años. Los investigadores analizaron el tiempo de sedentarismo y los niveles de colesterol.
Descubrieron que el tiempo sedentario acumulado desde la infancia puede aumentar los niveles de colesterol en dos tercios cuando una persona llega a los veinte años. Además, los autores señalan que durante la infancia o la adolescencia, los niveles altos de colesterol y las dislipidemias están asociados con muertes prematuras a mediados de los cuarenta años y problemas cardíacos como la aterosclerosis subclínica y el daño cardíaco a mediados de los veinte. Como recordatorio, la dislipidemia es una anomalía en los niveles de colesterol o triglicéridos en la sangre.
Pero, ¿cómo reducir los riesgos? Los investigadores recuerdan inicialmente la importancia de un estilo de vida saludable. En la actualidad, la OMS recomienda practicar 60 minutos al día de actividad física intensa a moderada. Pero según otro estudio de la Universidad de Exeter, el tiempo de este tipo de actividad en adolescentes y adultos jóvenes sería de solo 50 minutos.
Además, los autores del estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism piden realizar actividades físicas ligeras a diario, como caminatas largas, tareas domésticas o baile lento, natación o ciclismo. Según ellos, esto sería hasta cinco veces más eficaz que la actividad física moderada a vigorosa para mejorar la salud cardíaca y reducir la inflamación en los jóvenes.
Fuente: Tribuna Sonora