Ciudad de México.- El sueño es una función vital que le permite a las personas descansar y recuperar energía, pero también suele influir en el correcto funcionamiento del metabolismo, el sistema inmunológico, la salud mental y el cerebro. Dormir es tan importante como comer o respirar, pero muchas veces las personas no suelen darle la importancia que se merece a este proceso.
Y es que, según información de algunos expertos, la falta de sueño puede hacer que tu cuerpo realice proceso equivocados, lo que a la larga te traerá algunos problemas para la salud, tal y como los que se mencionarán a continuación:
- Aumento de peso: Dormir poco altera las hormonas que regulan el apetito y el metabolismo. Se reduce la leptina, que hace que te sientas saciado, y a su vez, aumenta la grelina, que estimula a comer de más. Por otro lado, el cansancio puede provocar que no quieras hacer ejercicio físico; todo en conjunto haría aumentes de peso.
- Debilitamiento del sistema inmunológico: El sueño es esencial para fortalecer tus defensas contra las infecciones y las enfermedades. Cuando duermes mal, se reduce la producción de anticuerpos y aumenta la inflamación. Esto te vuelve más vulnerables a virus, bacterias y enfermedades autoinmunes.
- Riesgo de diabetes: Afecta a la liberación de insulina, la hormona que regula el azúcar en la sangre. Cuando duermes poco, el organismo no puede procesar la glucosa adecuadamente y se acumula en el torrente sanguíneo. Lo que puede provocar resistencia a la insulina y diabetes tipo 2.
- Problemas cardiovasculares e hipertensión: El sueño es importante para mantener una buena presión arterial y una correcta circulación sanguínea. En el caso de no dormir tus horas adecuadas de sueño, se puede elevar la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares o insuficiencia cardíaca.
- Depresión y ansiedad: Dormir influye en el estado de ánimo y en la salud mental. Cuando duermes mal, se alteran los niveles de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina o el cortisol, que regulan tus emociones, el estrés y el dolor. Esto puede provocar cambios de humor, irritabilidad, ansiedad o depresión.
- Deterioro cognitivo y riesgo de alzhéimer: Dormir es fundamental para el funcionamiento del cerebro. Cuando duermes, consolidas la memoria, el aprendizaje y la creatividad. En caso de dormir poco, se reduce la capacidad de concentración, atención y razonamiento. Además, se acumulan proteínas tóxicas para las neuronas, como la beta-amiloide o la tau, que están asociadas al desarrollo del alzhéimer.
Gracias al acelerado ritmo de vida que las personas pueden llegar a tener con el día a día, las horas de sueño pueden llegar a verse afectadas, por ello, es importante que no descuides descanso, ya que, de esta manera, estás cuidándote de la aparición de otras enfermedades. Así que, procura apagar todas las pantallas a tu alrededor y descansa al menos 8 horas cada noche.