Ciudad de México.- El pasado domingo, 30 de julio, se vivía un ambiente festivo en la casa de la afamada conductora de televisión, Andrea Legarreta, ¿la razón? Sus padres estaban celebrando su aniversario de bodas; sin embargo, en un giro inesperado de los acontecimientos, horas después, la presentadora del programa Hoy anunció la muerte de su adorada madre, hecho que parece ser la habría sorprendido a sobremanera.
Aunque Isabel Martínez solía dejarse ver brillante y saludable, al grado en el que siempre aparentó tener la relación perfecta con Andrea y sus nietas, Mía y Nina Rubín, la realidad es que la madre de la actriz de ¡Qué vivan los niños! padeció una enfermedad contra la que tuvo que luchar hasta el último día de su vida, esta sería la fibromialgia, pero... ¿qué es esta afección? Y ¿cuáles son sus síntomas?
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La fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta al sistema nervioso y provoca dolor musculoesquelético generalizado, fatiga, problemas de sueño, memoria y estado de ánimo. Suele diagnosticarse por exclusión, es decir, descartando otras posibles causas de los síntomas, ya que no hay pruebas de laboratorio o de imagen que la confirmen. Esta condición afecta más a las mujeres que a los hombres (como ocurrió en el caso de Doña Isabel Martínez) y suele aparecer entre los 30 y los 55 años, aunque puede afectar a cualquier edad.
El origen de la fibromialgia no se conoce con exactitud, pero se cree que está relacionado con una alteración en el procesamiento del dolor por parte del cerebro y la médula espinal. Esto hace que el paciente sienta un dolor más intenso y persistente de lo normal ante estímulos que no deberían afectarle en gran medida. También se han implicado factores genéticos, hormonales, inmunológicos, psicológicos y ambientales en el desarrollo de la enfermedad.
Los síntomas más característicos de la fibromialgia son el dolor generalizado y la sensibilidad en puntos específicos del cuerpo llamados puntos sensibles o 'tender points'. Estos puntos se localizan en el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas. Las molestias suelen ser constantes, aunque puede variar en intensidad y localización; se puede agravar por el estrés, el frío, la humedad, el ejercicio físico intenso o la falta de sueño.
La fibromialgia no tiene cura, pero se puede tratar para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. El tratamiento debe ser individualizado y multidisciplinar, es decir, debe involucrar a diferentes profesionales de la salud como médicos, fisioterapeutas, psicólogos o nutricionistas. El tratamiento farmacológico se basa en el uso de analgésicos, antiinflamatorios, antidepresivos o anticonvulsivantes para reducir el dolor y mejorar el sueño y el estado de ánimo.
Fuentes: Tribuna