Reino Unido. - La serie británica Sweetpea, protagonizada por Ella Purnell y basada en la novela homónima de C.J. Skuse, llegó a las pantallas generando intriga y controversia. El drama, que se estrenó en Starz el 10 de octubre, sigue a Rhiannon Lewis, una joven atrapada en un oscuro torbellino de traumas pasados y venganzas violentas. La historia nos sumerge en un inquietante viaje que explora los límites entre el abuso y la violencia, la víctima y el victimario.
Rhiannon, interpretada por Purnell, es una asistente subestimada en la redacción de un pequeño periódico, una joven ignorada por su entorno y cargada de un dolor que se remonta a su adolescencia. La serie presenta su día a día como una rutina tediosa y vacía, mientras Rhiannon arrastra heridas de una infancia marcada por el acoso de una compañera de clase, Julia (Nicôle Lecky), que la llevó a desarrollar tricotilomanía (el impulso incontrolable de arrancarse el cabello) y una sensación constante de humillación.
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El desencadenante de la trama ocurre cuando, después de un día especialmente cruel, Rhiannon se defiende de un ataque, descubriendo en la violencia una inesperada válvula de escape para su rabia contenida. A partir de ese momento, su personaje emprende un camino sangriento que borra las fronteras entre el desquite y la brutalidad. Pero, ¿es Rhiannon una heroína que finalmente se impone sobre quienes la subestimaron, o se está convirtiendo en un monstruo de su propia creación?
Hay que decir que la creadora de la producción, Kirstie Swain, maneja con maestría esta ambigüedad moral. El espectador se ve constantemente obligado a cuestionar las motivaciones de Rhiannon y su percepción del mundo. ¿Es la protagonista realmente ignorada y rechazada, o ella misma elige no ver a quienes intentan acercarse, como su nuevo compañero de trabajo AJ (Calam Lynch), que parece interesado en conocerla mejor?
Ahora bien, lo que hace a Sweetpea un espectáculo intrigante es su disposición para abordar de manera abierta los temas de venganza y trauma, transformándolos en un torcido entretenimiento. A través de la voz en off de Rhiannon, la serie convierte sus pensamientos oscuros en monólogos casi humorísticos, como una especie de lista de "personas a las que me encantaría matar", que incluye a antiguos torturadores, colegas desagradables y desconocidos que simplemente la fastidian.
Sin embargo, más allá del placer culpable que puede proporcionar ver a la protagonista desquitarse, la serie también plantea preguntas difíciles: ¿Es justificable la violencia de Rhiannon? ¿Realmente merece compasión, o su dolor la ha transformado en una amenaza peligrosa para los demás? Swain no da respuestas fáciles y permite que el espectador navegue por las aguas turbias de la moralidad.
Purnell brilla en su interpretación de Rhiannon, un personaje lleno de contradicciones y complejidad. Su capacidad para transmitir la inocencia y vulnerabilidad de la protagonista, mientras sugiere un trasfondo inquietante de violencia latente, resulta crucial para mantener la atención del espectador. Sus gestos pequeños, como las sonrisas privadas que se permite después de sus actos de justicia retorcida, dan vida a un personaje que es tan carismático como peligroso.
El elenco de apoyo también cumple un papel fundamental. Jeremy Swift, conocido por su participación en Ted Lasso, interpreta a su jefe en el periódico, un hombre que se burla de ella cuando pide un ascenso, y Nicôle Lecky da vida a Julia, la némesis de la juventud de Rhiannon, quien todavía la persigue desde lejos con su éxito profesional.
Sweetpea se revela como un fascinante estudio de personaje, donde el victimismo y la villanía se mezclan hasta volverse casi indistinguibles. Al igual que Joe Goldberg en You, Rhiannon es peligrosa precisamente por lo fácil que resulta empatizar con ella, a pesar de sus acciones extremas. La serie no pretende que nos pongamos de su lado, pero tampoco nos obliga a condenarla de inmediato. En lugar de eso, ofrece un final abierto que sugiere muchos más giros sangrientos por venir.
Para aquellos que disfrutan de historias que se atreven a adentrarse en la oscuridad del alma humana, Sweetpea sin duda les resultara en un viaje perversamente entretenido, que no busca respuestas simples, sino dejar preguntas inquietantes que resuenen mucho después de que el episodio termine.
Fuente: Tribuna