Ciudad de México. - Alex Lora, emblemático vocalista de la banda de rock mexicano El Tri, compartió una anécdota insólita de su carrera: la vez que cantó para Rafael Caro Quintero, conocido como el Narco de narcos, en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México. La historia, que mezcla música, poder y excesos, fue narrada por el propio Lora durante una entrevista con Franco Escamilla en 2023 para el programa La Cotorrisa.
Según Lora, la banda se presentó en el auditorio del reclusorio, el cual describió como un cine que, gracias a Caro Quintero, contaba con lujos como un gimnasio y un jardín. En plena presentación, el narcotraficante solicitó una interpretación especial de la canción Sara, tema inspirado en la relación entre él y Sara Cosío, hija del político priista José Guillermo Cosío Vidaurri.
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Para quien no esté enterado, la relación entre Caro Quintero y Sara Cosío fue una historia de amor que desafió las convenciones sociales de la época, lo que llevó a Lora a aceptar la solicitud y dedicarle la canción al narcotraficante, aunque lo hizo estratégicamente: “Dos canciones después de cuando me lo pidieron, para no hacerlo tan directo”, explicó.
En agradecimiento por la interpretación, Caro Quintero envió obsequios poco convencionales a la banda. “Dos cajas de cartón, una con una pata de elefante de Bacardí y otra de Presidente; cuatro Coca-Colas grandes, una bolsa de mota de alta calidad, y una bolsita pequeña como del doctor Chapatín con ‘azúcar para el café’”, relató Lora.
Sin embargo, el vocalista decidió no aceptar todos los regalos. Preocupado por las posibles consecuencias con las autoridades, optó por dejarlos en el reclusorio. “Les dije: ‘No, cabrón, esas se las dejamos a ustedes, porque ahorita nosotros vamos a salir y va a estar cabrón’”, recordó.
La anécdota, aunque pintoresca, refleja cómo el alcance de la música trasciende las fronteras de la sociedad y llega a lugares inesperados, incluso a los escenarios más controvertidos. Alex Lora, con su actitud desafiante y su compromiso con la música, ha acumulado historias que muestran tanto los privilegios como los riesgos de ser una figura icónica en el rock mexicano.
Esta historia es una más en la carrera de Lora, quien, a lo largo de décadas, ha combinado su pasión por la música con su capacidad para adaptarse y navegar en los escenarios más inusuales.
Fuente: Tribuna