Ciudad de México.- La reconocida actriz y escritora mexicana, Ernestina Sodi, desgraciadamente pasó por terribles momentos que marcaron su vida, como su tan trágica historia que cambió el rumbo de su destino literalmente de la noche a la mañana, al convertirse en la víctima de un secuestro al que sobrevivió de milagro, tras más de 10 días en cautiverio, para después morir a causa de dos infartos, dos décadas después.
22 años en el pasado, Ernestina acompañó a su hermana, Laura Zapata, a un teatro de la Ciudad de México para ver su actuación de la puesta en escena, La Casa de Bernarda Alba, sin imaginarse que esa sería la última noche que pasarían normal en familia. Esa noche del 2002, las hermanas decidieron irse juntas en el mismo coche para regresar a casa, sin embargo, un grupo criminal las interceptó en su auto y las secuestro, manteniéndolas más de 10 días en cautiverio.
Mientras que la actriz de María la del Barrio iba conduciendo por las inmediaciones del Circuito interior, cerca del entonces Cine Cosmos, de la nada vieron una camioneta y un coche acercarse velozmente y de la nada, las interceptaron y se bajaron de la camioneta con armas largos, lo que para Laura fue impactante, pues se acercaron a ellas y rompieron la ventana de su lado, haciendo que actuara y escondiera un anillo de brillantes en su busto y pidió que se llevaran el coche si lo deseaban, pero no lo hicieron, sino que las tomaron a ellas.
Tras esto, Ernestina y Laura coinciden en que sus agresores declararon que estaban siendo secuestradas e iban a pedirles a sus familiares, específicamente a su cuñado y hermana menor, Tommy Mottola y Thalía, que dieron cinco millones de pesos para rescatarlas. Mientras que Sodi siempre se mantuvo en silencio con respecto a los temas del pago de la familia, pero Laura asegura que nadie de sus hermanas y cuñado dieron un centavo, sino que fue la entonces productora de TV Azteca, Elisa Salinas, la que pagó el rescate, mismo que ella después le pagó de vuelta.
Este tema ocasionó que la familia se fracturara, ya que con el tema del pago, Laura fue liberada primero, 10 días después de que las capturaran, dejando varios días más a Ernestina sola, encerrada y temiendo que ella fue a ser asesinada por sus agresores, que se dijo era el grupo criminal Los Tiras. Desgraciadamente, la situación hizo que sospecharan de que Zapata tuviera algo que ver con el secuestro y estuviera coludida con ellos y planearan todo para repartirse el dinero. La actriz de La Gata rompió todo lazo desde ese momento e incluso se mantuvo así pese a la gravedad de la salud de Ernestina en sus últimos días.
El año 2005 fue clave para terminar de fracturar a la familia, pues la madre de Camila Sodi lanzó su libro, Líbranos del Mal, en el que habló precisamente del shock que vivió su hija, que era adolescente por esta situación, de las sospechas contra Laura y lo que pensaba mientras que estaba sola: "Tengo miedo de morir, están armados. Me han puesto una pistola en la cabeza en el momento de la caza. 'Esto no me puede estar pasando', me digo porque es como una película absurda, 'Ernestina', me digo de nuevo, 'no hables, no llores, no digas nada, tranquila, todo está bien, tranquila, el infinito tiene fin'", exclamó en el libro.
Fuente: Tribuna del Yaqui