Ciudad de México.- El nombre de Chuy Montana resonó en las noticias el pasado 7 de febrero, cuando se confirmó su trágico asesinato. Con tan solo 19 años, este joven cantante de corridos tumbados, cuyo verdadero nombre era Jesús Norberto Cárdenas Velázquez, encontró un destino violento en las carreteras de Baja California.
Su muerte no solo dejó consternados a sus seguidores, sino que también revivió una dolorosa realidad que ha marcado la historia de la música regional mexicana: la pérdida prematura de talentosos artistas a manos de la violencia.
Chuy Montana, como muchos otros antes que él, cayó víctima de la brutalidad de un mundo donde la música y el crimen se entrelazan de manera trágica. Su sello discográfico, Street Mob Records, confirmó la noticia, lamentando la pérdida de un joven talento que intentó escapar de sus captores saltando de un vehículo en movimiento, pero encontró la muerte en lugar de la libertad.
Esta tragedia, sin embargo, no es un caso aislado en el mundo de la música regional mexicana. A lo largo de los años, varios cantantes han sido asesinados en circunstancias similares, dejando un legado imborrable en la industria y en los corazones de sus seguidores. A continuación, hacemos un breve recuento de algunos famosos intérpretes que perdieron la vida de manera trágica, pero dejaron un legado imborrable en la música.
Chalino Sánchez
Uno de los casos más emblemáticos es el de Chalino Sánchez, el 'Rey de los Corridos'. Su vida inspiró a millones de personas, pero su carrera fue truncada el 12 de mayo de 1992 en Sinaloa. Después de recibir una amenaza de muerte durante un concierto, fue secuestrado y encontrado al día siguiente con dos balazos en la nuca.
Valentín Elizalde
Valentín Elizalde, conocido como ‘El Gallo de Oro’, también sufrió un destino similar. La madrugada del 25 de noviembre de 2006, después de un concierto en Reynosa, Tamaulipas, su camioneta fue atacada a balazos, cobrando también la vida de su representante y chofer.
Sergio Gómez (K-Paz de la Sierra)
Sergio Gómez, vocalista y líder de K-Paz de la Sierra, perdió la vida en diciembre de 2007 después de ser secuestrado por un grupo de hombres armados. Su cuerpo fue hallado dos días después del secuestro con signos de tortura.
Zayda Peña
Zayda Peña, una intérprete grupera originaria de Tamaulipas, sufrió un terrible incidente en un motel en Matamoros en 2007. A pesar de sobrevivir a un brutal ataque a balazos, fue nuevamente atacada mientras se recuperaba en el hospital, perdiendo la vida frente a la mirada atónita de varios doctores y enfermeras.
Sergio Vega El Shaka
Otro caso lamentable fue el de Sergio Vega, conocido como 'El Shaka', asesinado a balazos el 27 de junio de 2010 en Los Mochis, Sinaloa. Vega había reforzado su seguridad debido a la ola de violencia que rodeaba a los cantantes gruperos, pero aún así fue interceptado y atacado por un grupo armado mientras conducía su automóvil.
Kombo Kolombia
Kombo Kolombia, una agrupación de Vallenato, también sufrió una tragedia inesperada. Dieciocho de sus integrantes fueron secuestrados mientras ofrecían un evento privado en Nuevo León. Después de varios días de búsqueda, los cuerpos de diecisiete integrantes fueron encontrados con un disparo en la cabeza dentro de una fosa.
Pero la violencia no solo ha cobrado la vida de cantantes reconocidos, también ha amenazado a otros artistas prominentes del género. Fuerza Regida, una popular banda de música regional mexicana, recibió amenazas presuntamente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que llevó a la cancelación de varios de sus conciertos. Lo mismo ocurrió con Peso Pluma, Natanael Cano y Grupo Arriesgado, quienes han enfrentado intimidaciones por parte de grupos delincuenciales.
El caso de Chuy Montana es un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan los artistas del regional mexicano, quienes a menudo se convierten en víctimas de la violencia desenfrenada que azota al país debido a sus lazos con el crimen organizado, ya sea por las letras de sus canciones o contacto directo con los cárteles.
A pesar de los riesgos y las amenazas, su música sigue resonando en los corazones de sus seguidores, recordándonos la fuerza y el poder de la expresión artística incluso en los momentos más oscuros.
Fuente: Tribuna