Ciudad de México.- ¿Cómo consigues dormir cuando tus pensamientos angustiosos corren uno tras otro? Entre ansiedad, nerviosismo, miedo, dificultad para concentrarse, pero también palpitaciones del corazón, tensión muscular, sudoración o insomnio, puedes estar sufriendo ansiedad nocturna, un trastorno que combina el trastorno del sueño y el trastorno de ansiedad. Que no cunda el pánico, te compartimos algunos consejos para calmar tus ansiedades y pasar noches más tranquilas .
- Recuerda hacer ejercicio todos los días
Para dormir bien, recuerda la importancia de practicar actividad física todos los días, y pasar tiempo al aire libre en lugar de quedarse en casa mirando el teléfono. De hecho, si bien el deporte tiene muchos beneficios para la salud, también es esencial para la salud mental.
- No dudes en confiar en ti mismo durante el día
Si pensamientos angustiantes invaden tu mente a la hora de dormir, el experto recomienda buscar un oído comprensivo durante el día para hablar de lo que te molesta. De hecho, explica que la noche no es el momento ideal para encontrar soluciones a tus problemas y repetirlos, es mejor afrontarlos durante el día, cuando puedes tener apoyo.
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Crea una zona segura a la hora de dormir
Para promover un sueño tranquilo, no hay nada como un ambiente relajante a la hora de dormir. Se aconseja centrarse en pensamientos positivos para poder crear una burbuja de seguridad, perfecta para caer suavemente en los brazos de Morfeo. En particular, recomienda centrar el pensamiento en un color particularmente tranquilizador, en un recuerdo que evoca seguridad, en el vacío, en el recuerdo de una sensación tranquilizadora y tranquilizadora, luego, cuando el letargo nos invade, nos dejamos ir.
- Levántate para no quedarte con tus ansiedades
Si, a pesar de todos estos consejos, no puedes luchar contra la ansiedad nocturna, se recomienda no permanecer pasivo en la oscuridad. Si surgen inquietudes, no nos quedamos a oscuras con los fantasmas de la noche: nos levantamos, bebemos un vaso de leche o de agua y leemos algunas páginas de un libro, para ahuyentar cavilaciones y malos sentimientos. Luego volvemos a la cama.
Fuente: Tribuna Sonora