Pittsburgh, Estados Unidos.- Mike Williams estaba dormido. Al menos, creyó estar dormido.
El veterano receptor estaba tratando de disfrutar de una siesta el martes cuando algo lo interrumpió. Su teléfono, el que no paraba de sonar, mostraba cinco llamadas perdidas de su agente.
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“Pensé que estaba soñando”, dijo Williams.
En cierto modo, lo era.
En lugar de pasar la recta final tratando de averiguar cómo (o incluso si) encaja en la ofensiva con los New York Jets, Williams la pasará en Pittsburgh tratando de ayudar a los Steelers, líderes de la AFC Norte, a llegar a la postemporada y ganar el primer juego de playoffs de la franquicia en años.
Hay destinos peores.
“Estoy ansioso por la oportunidad”, dijo Williams. “Soy un creador de juego. Hago jugadas”.
De todos modos, no hay suficientes en Nueva York para que los Jets lo mantengan. Williams, quien firmó un contrato de un año y 10 millones de dólares con Nueva York en la primavera, tuvo solo 12 recepciones para 166 yardas en nueve partidos con los Jets y no llegó a la zona de anotación ni una sola vez.
Destino trazado
Cuando Nueva York adquirió a Davante Adams en un canje el mes pasado, Williams se encontró cayendo en la tabla de profundidad.
Eso podría no ser un problema en Pittsburgh, donde los Steelers (6-2) han pasado meses buscando otra amenaza profunda para alinear frente a George Pickens.
Williams, de 30 años, cree que todavía tiene esa marcha extra un año después de una rotura de ligamento cruzado anterior.
Su rehabilitación le costó un tiempo valioso durante las actividades organizadas del equipo y el campamento de entrenamiento, lo que Williams cree que llevó a una falta de química, y en última instancia a una falta de producción, con el mariscal de campo de Nueva York, Aaron Rodgers.
Williams pasó una parte de su primera práctica con Pittsburgh el miércoles trabajando con la primera unidad, y hay una sólida posibilidad de que vea el campo el domingo cuando los Steelers visiten Washington.
“Ellos, quiero decir, estamos haciendo ruido en toda la liga”, dijo Williams. “Estoy emocionado de unirme a estos muchachos y ser una (influencia) positiva en todo”.
No viene solo
No es el único. Los Steelers también adquirieron al liniero Preston Smith de Green Bay el martes, aunque bajo circunstancias ligeramente diferentes. Smith admite que solicitó un canje el mes pasado, preocupado por su papel después de que los Packers cambiaron de una defensa 3-4 a una 4-3.
Smith jugó apenas el 54 por ciento de las jugadas en nueve partidos con Green Bay, su menor cantidad desde que era novato con Washington en 2015.
El jugador de 32 años tiene 2 y media capturas en tiempo de juego limitado esta temporada. Su llegada proporciona al grupo de apoyadores externos de Pittsburgh la profundidad necesaria detrás de las estrellas T.J. Watt y Alex Highsmith.
Quizás igual de importante para Smith, los Steelers están jugando por algo. Sabía que se estaba poniendo en manos del destino cuando le dijo a Green Bay que quería seguir adelante. Podría haber aterrizado en cualquier lugar.
Estaba agradecido cuando se enteró de que se dirigía a Pittsburgh, aunque admitió que no fue hasta que hizo una búsqueda rápida en línea que se dio cuenta de lo bien que iba la temporada de los Steelers. Quedó más que gratamente sorprendido.
Una bendición
Aunque ese entusiasmo se tiñó ligeramente al darse cuenta de que Pittsburgh venía de su semana de descanso y los Packers entraban en la suya, lo que significaba que Smith podría estar activo durante 18 semanas consecutivas.
Smith lo calificó como una “bendición” y cree que todavía queda suficiente gasolina en su tanque para causar un impacto. Recordó haberse reunido con el entrenador en jefe de los Steelers, Mike Tomlin, antes del draft de 2015, aunque Pittsburgh tomó a Bud Dupree en la primera ronda mientras que Smith fue a Washington en la segunda.
Sentado dentro de las instalaciones de los Steelers el miércoles después de un torbellino de 24 horas, Smith trató de reconocer el momento.
“Siempre admiré a Mike Tomlin desde lejos y simplemente estar aquí y poder trabajar con él, estar en esa reunión del primer equipo, simplemente ver cómo van las cosas (aquí)”, dijo Smith, “ya lo amo como entrenador”.
Fuente: Tribuna