Ciudad de México. - Tras la deportación a México de Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, subrayó la importancia de fortalecer la colaboración entre ambas naciones en materia de seguridad. En su discurso durante la ceremonia de develación de la placa conmemorativa de la nueva embajada estadounidense en la Ciudad de México, Salazar reconoció que, aunque se han logrado avances, los desafíos son enormes.
La seguridad ha sido una prioridad para nosotros. Hemos hecho un esfuerzo grande, pero la realidad es que se necesita muchísimo más trabajo. Estoy seguro de que eso va a pasar. El pueblo de México merece vivir sin miedo; el pueblo de los Estados Unidos tiene también ese derecho”, declaró Salazar ante empresarios, autoridades locales, diplomáticos e influencers presentes en el evento.
El embajador destacó la necesidad de reforzar la cooperación binacional para enfrentar problemas comunes, como el tráfico de fentanilo y las armas que cruzan la frontera desde Estados Unidos hacia México. "Trabajar como socios para derrotar el fentanilo, como los generadores de violencia tanto en México como en Estados Unidos. Trabajar como socios, reconociendo la realidad de que las armas fabricadas en Estados Unidos matan a muchos acá en México", afirmó.
Pero eso no fue todo, Salazar también hizo un llamado a aumentar el entendimiento mutuo entre los dos países para superar estereotipos y prejuicios, dejando atrás narrativas de división: "Muchas veces la relación se ve nada más como una relación en crisis: una frontera descompuesta, una migración desordenada por décadas, una inseguridad profunda en muchos estados de México que también afectan a los Estados Unidos".
Ante las inquietudes sobre el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en caso de un cambio en la administración estadounidense con la llegada de Donald Trump a la presidencia en enero próximo, Salazar manifestó confianza en la solidez de la relación comercial y política entre ambos países.
El T-MEC es vital para ambos países. Hay diferencias que resolver, pero estoy seguro de que lo haremos. La relación entre Estados Unidos y México es para siempre”, declaró el diplomático, destacando la interdependencia económica que une a ambas naciones.
Durante su intervención, Salazar lanzó una crítica velada a las políticas de división promovidas por Trump, como la construcción de muros fronterizos: “Hay otra visión, ustedes la conocen muy bien. Es la visión de dividir, de hacer muros, de ver a una gente inferior a otra. Esa no es la visión de nosotros. La nuestra es la de ser socios, iguales, y una familia”.
El embajador enfatizó que la cooperación y el respeto mutuo deben guiar la relación bilateral en los años venideros, destacando los avances logrados durante la actual administración mexicana y la relevancia de enfrentar juntos los retos de seguridad y desarrollo.
La deportación de Osiel Cárdenas Guillén representa un recordatorio de los desafíos que ambas naciones enfrentan en la lucha contra el crimen organizado y la violencia. Según Salazar, la clave para avanzar radica en reforzar el trabajo conjunto como socios y en garantizar que tanto mexicanos como estadounidenses puedan vivir sin miedo.
El mensaje del embajador deja claro que, aunque el camino es complicado, existe una base sólida para enfrentar las problemáticas comunes y construir una relación más equitativa y segura para ambas naciones.
Fuente: Tribuna