Miami, Estados Unidos.- Fue el pasado 4 de octubre cuando las autoridades de Miami declararon culpable al actor mexicano Pablo Lyle por el delito de homicidio involuntario, el cual se dio luego de una riña que el histrión y su cuñado protagonizaron en calles de esta ciudad estadounidense donde el cubano identificado como Juan Ricardo Hernández, de 63 años recibió un golpe que lo hizo caer abruptamente derivando en su deceso.
Tras difundirse las imágenes donde se muestra que el actor fue el que lanzó el golpe al finado, éste de inmediato fue detenido y con ello, iniciaba un largo proceso penal en su contra, mismo que continuaría con la declaratoria de pre-sentencia por parte de la jueza Marisa Tinkler, evento que se definiría a través de una audiencia este miércoles 26 de octubre y donde además se esperaba la presencia del mexicano; no obstante, todo tuvo que ser vía remota a través de la plataforma Zoom.
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Las autoridades de Miami informaron al actor, quien apareció en pantalla con un semblante demacrado y usando el uniforme naranja que caracteriza al sistema penitenciario de Estados Unidos, que el dictamen de la pre-sentencia no se revelaría este día como se tenía programado, sino que será hasta el próximo 14 de noviembre, fecha en que se sabrá de manera oficial los años que deberá pasar tras las rejas y los cuales, sus abogados podrían apelar.
En cuanto al hecho del porqué Lyle no acudió de manera presencial como se tenía previsto, se informó que fue por cuestiones de logística del centro penitenciario los que impidieron su traslado, de tal manera que para conocer la pre-setnencia el próximo mes, ya podría ser de manera presencial. Cabe destacar que además, los abogados del actor fueron los que pidieron posponer la audiencia para así conocer dicha sentencia, pues además de esta medida, se ha pedido que el juicio se repita debido a que consideran que su cliente tuvo condiciones poco favorables.
Una vez que Pablo Lyle quien protagonizó la cinta Mirreyes vs. Godinez fue declarado culpable, se pidió que éste recibiera la pena máxima, la cual asciende a 15 años de prisión, tiempo que de ser considerado, podría reducirse ya que desde su detención, ha estado en cancelado tres años, tiempo que podría considerarse a su sentencia y con ello, recuperar su libertad antes de lo estipulado.
Fuente: Tribuna