Naucalpan, Estado de México.- La muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz de 41 años de edad, continúa estremeciendo a la opinión pública pues el antes mencionado se reportó como desaparecido el pasado domingo 6 de agosto luego de haber estado en un centro nocturno con razón social La República ubicado en la colonia Polanco de la alcaldía Miguel Hidalgo; aunque el centro nocturno antes mencionado compartió imágenes captadas por las cámaras de seguridad donde se muestra que el hoy occiso salió por su propio pie, ha surgido la incógnita de qué fue lo que pasó al interior del antro Black Royce ubicado en Naucalpan donde perdió la vida.
Las primeras horas del lunes 7 de agosto se confirmó que el empresario entonces con reporte de persona desaparecida, había sido hallado sin vida en las inmediaciones del centro nocturno ubicado en el municipio de Naucalpan. Derivado de estos hechos, se ejecutaron seis órdenes de aprehensión en contra de cuatro mujeres y dos hombres, todos ellos trabajadores del inmueble quienes habían estado conviviendo con el empresario. Las mujeres basta decir, fueron calificadas como 'goteras' pues se reveló, habían estado suministrando una sustancia en las bebidas que el masculino ingirió.
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Durante la audiencia celebrada el pasado miércoles 15 de agosto y la cual concluyó durante la mañana de este miércoles 16, la juez a cargo del caso resaltó que cada uno de los seis empleados actualmente detenidos cumplió con un papel específico para con ello poder retener al empresario a pesar de qué éste había manifestado en diversas ocasiones querer seguir pues ya tenía mucho sueño. Previamente se supo que Iñigo Arenas había llegado a este establecimiento comercial con un alto grado de alcohol en el organismo y valiéndose de este suceso, gastó 40 mil pesos en un lapso de 40 minutos beneficiando así las ganancias del recinto.
Investigaciones iniciales resaltaron que una de las meseras se encargó de aplicar un polvo verde en una de las bebidas que le fue dada al empresario. Ricardo, como se identificó al gerente del bar, declaró que esta sustancia es una droga que se le da a los clientes con el objetivo de poderles "bajar la borrachera"; sin embargo, se ha resaltado que esta fue crucial para que el empresario perdiera la vida al interior del sitio. Ajo esa tónica el gerente del lugar dejó de ser considerado como un testigo y con ello se aplicó una orden de aprehensión en su contra.
Investigaciones preliminares resaltaron que el empresario había estado conviviendo con cuatro mujeres durante su estadía en el antro Black Royce. El gerente del lugar en algún momento, sugirió que tanto el empresario como las féminas se dirigieran al al área VIP donde posteriormente se le hizo el cobro por un consumo de 40 mil pesos debido a que afirman, pidió cuatro botellas con un valor unitario de 10 mil pesos cada una. La juez informó en la audiencia de vinculación a proceso que las cuatro mujeres consumieron "cuatro rondas de caballitos de tequila" en la mesa donde el empresario se encontraba.
La declaración de una de las meseras afirma que todos se encontraban en un espacio a oscuras donde las mujeres, encargadas de mantener alerta al empresario, también tenía en la tarea de bailarle; fue hasta que una de ellas encendió la luz que se percató que Iñigo Arenas comenzaba a ponerse morado debido a que no podía respirar de manera adecuada. Mientras la audiencia se llevaba a cabo en las inmediaciones del penal de Barrientos, ubicado en el municipio de Tlalnepantla, otras meseras, familiares y ciudadanía en general realizaron una protesta con el fin de argumentar que ellas únicamente son meseras y no son goteras como han sido señaladas.
Fuente: Tribuna