Naucalpan, Estado de México.- El caso de la muerte del empresario Iñigo Arenas Saiz a las afueras del bar Black Royce en el municipio de Naucalpan no queda atrás y durante la madrugada de este miércoles 16 de agosto, después de una audiencia de 15 horas, fueron vinculados a proceso los seis trabajadores del inmueble por el homicidio del hombre. Ahora, pasarán el proceso al interior de una prisión en el Estado de México.
Una juez de control decidió vincular a proceso por el delito de homicidio a Aritzi “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N”, otra mujer llamada Ana Karen “N”, ambas trabajadoras del establecimiento, así como de Eduardo “N”, que fungía como capitán de meseros, y Carlos “N”, que realizaba labores de seguridad. Pues la impartidora de justicia consideró que había indicios suficientes para continuar con las investigaciones en contra de los seis sospechosos.
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De acuerdo con los datos proporcionados por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), se fijó un plazo de dos meses para concluir con la investigación complementaria. Asimismo, se notificó a la familia del empresario sobre la vinculación a proceso de los seis empleados del Black Royce. Lo anterior a pesar de los intentos de la defensa por demostrar que los ahora detenidos no tuvieron injerencia en la muerte de Iñigo Arenas.
La Muerte de Iñigo Arenas en el Black Royce
El reportero de N+, Alan Hernández, señaló que la defensa de los seis imputados presentó las pruebas periciales sobre la muerte del empresario, la cual no habría sido provocada por la ingesta de sustancias, como lo afirmó la dependencia mexiquense, sino que Arenas Saiz perdió la vida después de que se ahogó con su propio vómito. Lo cual contrasta con el dictamen de la Fiscalía, donde se afirma que Iñigo Arenas murió por asfixia mecánica por sofocación inducida.
La sofocación pudo ser consecuencia de la presencia de aparentes drogas en su bebida, presuntamente suministradas por las cuatro trabajadoras del bar ahora vinculadas a proceso. En la audiencia participaron alrededor de 20 testigos, entre ellos empleados del bar Black Royce, así como el taxista encargado de trasladar a Iñigo Arenas al inmueble en Naucalpan desde la zona de Polanco, en la Ciudad de México.
Iñigo Arenas llegó al Black Royce y a las 04:59 horas del 6 de agosto, las cuatro trabajadoras detenidas lo habrían convencido de subir a una sala VIP, en donde le habrían hecho un cobro de 40 mil pesos por cuatro botellas de bebidas alcohólicas, lo anterior de acuerdo con el recuento oficial de los hechos, horas más tarde presentó problemas de salud y lo intentaron reanimar, pero no dio fruto su esfuerzo y el empresario perdió la vida.
Fuente: Tribuna