Ciudad de México.- Cumplir 30 años marca un antes y un después en la vida de muchas personas. Más allá de lo emocional, el cuerpo también comienza a experimentar cambios fisiológicos y hormonales que pueden influir en la salud, la apariencia y el bienestar general. ¿Qué es mito y qué es realidad? Aquí te explicamos qué sucede con tu cuerpo cuando llegas al tercer piso y cómo adaptarte para seguir sintiéndote bien.
¿Por qué cambia el cuerpo a los 30 años?
A partir de los 30, el cuerpo inicia un proceso natural de envejecimiento celular. Aunque no se trata de cambios drásticos de un día para otro, hay transformaciones que suelen ser comunes en esta década. Conforme pasan los años, el organismo se modifica, lo que no siempre pasa desapercibido.
- Metabolismo más lento: A partir de esta edad, la tasa metabólica disminuye, lo que significa que quemamos menos calorías en reposo. Esto puede llevar a un aumento de peso si no se ajusta la dieta o se mantiene un estilo de vida activo.
- Disminución de masa muscular: Con el paso de los años, la masa muscular empieza a reducirse si no se ejercita. La pérdida de músculo también impacta en la fuerza y en la salud metabólica.
- Cambios Hormonales: En las mujeres, la producción de estrógenos puede empezar a fluctuar, y en los hombres, los niveles de testosterona comienzan a disminuir lentamente.
- Salud ósea: La densidad ósea alcanza su pico máximo hacia los 30 años y luego comienza a declinar progresivamente. Esto hace más importante incluir fuentes de calcio y vitamina D en la dieta, así como ejercicios de impacto moderado.
¿Qué puedes hacer para mantener tu salud a los 30?
Aunque estos cambios son naturales, existen formas efectivas de mantenerte en forma y con energía:
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Haz ejercicio de fuerza y resistencia: Entrenar con pesas o ejercicios de peso corporal ayuda a conservar la masa muscular y mantener un metabolismo activo.
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Mejora tu alimentación: Prioriza alimentos frescos, ricos en proteínas magras, vegetales y grasas saludables. Ajusta tus calorías si notas que ganas peso más fácilmente.
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Duerme bien: El descanso reparador es fundamental para la regeneración celular y el equilibrio hormonal.
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Mantente activo: Además de hacer ejercicio, evita el sedentarismo prolongado. Levántate y muévete regularmente si trabajas en una oficina.
Existe la creencia de que “todo se viene abajo” al llegar a los 30. Sin embargo, muchos de estos cambios son graduales y dependen más de tus hábitos de vida que de la edad exacta. No es una sentencia de decadencia: ¡es una gran oportunidad para consolidar una salud fuerte y prevenir problemas futuros!
Sí, el cuerpo empieza a cambiar cuando llegas al tercer piso, pero con buenos hábitos y una actitud positiva, puedes seguir disfrutando de energía, bienestar y vitalidad. Cumplir 30 no significa perder lo que tenías, sino ganar la sabiduría para cuidar mejor de ti mismo.
Fuente: Tribuna
