Europa.- A un año del inicio del confinamiento derivado de los contagios por el virus de Covid-19, las condiciones de la pandemia no muestran un avance que apunten a la pronta recuperación. Pese a que la vacunación ha avanzado en muchos países, la pandemia está lejos de controlarse.
El desborde de hospitales ha alcanzado diferentes picos y las nuevas variantes del virus complica aún más la tarea de apaciguar la pandemia. El aumento de contagios en Europa ha ocasionado que el continente se enfrente a una llamada 'tercera ola' del Covid-19 y ha obligado a los países a tomar diversas medidas, así como un nuevo confinamiento.
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A partir del pasado viernes 19 de marzo, Francia declaró su tercer confinamiento en su intento por aplacar su tercer ola de contagios desbordados, ya que la ocupación hospitalaria se encuentra casi colapsada. Asimismo, se restringieron los accesos a las zonas más afectadas. Las medidas durarán un mes, pero podrían extenderse si no se logra disminuir los contagios.
Francia no ha sido el único país que se ha visto obligado a tomar medidas más estrictas. Entre otros, Ucrania es uno de los países que ha reafirmado su confinamiento en varias zonas, incluso en la capital Kiev, luego de superar los 15 mil contagios nuevos por día en más de dos ocasiones consecutivas.
Asimismo, el pasado lunes 15 de marzo, casi 40 millones de habitantes en Italia tuvieron que iniciar un nuevo confinamiento por el aumento desmedido de contagios, los cuales se atribuyen a las nuevas variantes del virus. Ciudades significativas, como Roma, se encuentran vacías.
Las escuelas han sido cerradas y solo se permite abrir a ciertos establecimientos esenciales como supermercados, librerías y locales dedicados a la venta de alimentos y medicamentos. El objetivo es evitar que la hospitalización colapse y poder disminuir contagios en la 'zona roja'.
Por su parte, Polonia cerró foros culturales, hoteles y comercios no esenciales desde hace un par de semanas y seguirá así, al menos, hasta que finalice Semana Santa. El Gobierno sigue analizando un confinamiento a nivel nacional ya que recientemente se superó los dos millones de contagios en el país.
Alemania se unió este 23 de marzo a la lista de países que han endurecido sus medidas frente al aumento de casos y a la llegada de Semana Santa. Se prohibieron las reuniones al menos hasta el 5 de abril y se decretó que será obligatorio contar con una prueba PCR negativa para ingresar a cualquier parte del país, desde cualquier parte del mundo.
Aún no se sabe cómo responderán las medidas, pero se espera que más países se sumen a la lucha por controlar la pandemia y los efectos negativos que ha traído, así como hacer frente a las nuevas complicaciones por el surgimiento de otras variantes del virus.
Fuentes: Euronews, Animal Político y DW