Jerusalén.- Durante la Cuaresma, los fieles católicos guardan luto por la muerte de Jesucristo crucificado en la cruz. El viacrucis, a menudo es interpretado en tiempos modernos por actores que se dejan la piel en una desgarradora presentación donde la sangre y los golpes son reales.
Sin embargo, según recursos bíblicos e históricos, el sufrimiento de Jesús fue mucho más duro del que llega a presentarse en actuaciones en vivo o películas como La Pasión de Cristo.
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El inicio del calvario comenzó tras la decisión de que Jesús fuera crucificado. Antes de que cargara la cruz, fue atado a un pillar y azotado con látigos romanos que, según expertos, tenían bolas de hierro atadas a las puntas del cuero.
Esta combinación es devastadora para la piel. En algunos casos este mecanismo era capaz de alcanzar el tejido muscular y dejar al descubierto el hueso de extremidades.
Después hizo un agotador recorrido con una pesada cruz de madera de alrededor de 45 kilos y llevó una corona de espinas. Ambas cosas causaron más dolor físico y lo dejaron exhausto para cuando llegó a El Calvario o Gólgota.
Una vez en el lugar, fue acostado sobre la cruz y colgado de piernas y brazos con clavos de alrededor de 17 centímetros lo suficientemente gruesos para soportar el peso del cuerpo sin desgarrar las manos.
Se cree que fue crucificado desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde. Es decir, una tortura de seis horas hasta que perdió la vida desangrado sobre la cruz.
Fuente: Daily Star