Liverpool, Inglaterra.- Un mes después de que le cancelaran beneficios como pensionado, Lee Tarpey, un devoto padre y esposo, decidió quitarse la vida.
El hombre de 40 años murió tras una sobredosis de medicamentos prescritos que recibía debido a un número considerable de problemas de salud que lo hicieron retirarse del trabajo.
Te podría interesar
Por muchos años, Lee se desempeñó como trabajador de construcción. Sin embargo, debido a problemas cardiacos que le provocaron un ataque en 2015 y a otros padecimientos como diabetes, consideró retirarse.
Pese a que su edad productiva todavía era óptima, su salud le impedía realizar casi cualquier esfuerzo físico, lo que lo orilló a dejar su empleo y apeló para que se considerara adelantar su pensión.
Al principio, relata Karrie, la esposa de Lee, consiguieron una pensión baja. Sin embargo, tiempo después recibieron otra llamada para notificarle que como "no estaba lo suficientemente mal" debían retirarle el estímulo.
La situación comenzó a complicarse, pues desde que la salud de Lee empeoró, solía decir que se sentía que la estaba drenando porque no podía proveer para la familia.
Él estaba en cama y yo en la planta baja con los niños. Subí para verlo para decirle que iba a salir y sabía que algo iba a ocurrir. Me dejó una nota en la que me dijo que lo sentía por no ser un hombre que apoyara a la familia, dijo que no merecía vivir porque nos estaba drenando", dijo.
Fuente: Liverpool Echo