Colorado, Estados Unidos.- La mañana del pasado miércoles 22 de marzo, el Departamento de Policía de Denver, en el estado de Colorado, lanzó a través de las redes sociales una advertencia luego de recibir el reporte de un tiroteo dentro de una escuela secundaria donde el saldo fue de dos administrativos heridos, uno de ellos calificado en estado grave. A 24 horas de los hechos, se confirmó la muerte del agresor.
De acuerdo con las autoridades, el responsable de este tiroteo era un alumno quien recién se había integrado al recinto educativo tras mudarse de condado. Fue el miércoles cuando los docentes requisaron sus pertenencias y, luego de hallar el arma de fuego, éste terminó cayendo en pánico y disparando contra los adultos; una vez que los lesionó, escapó del lugar sin rumbo conocido.
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Michael Hancock, alcalde de Denver, informó en conferencia de prensa que el agresor, de 17 años de edad, continuaba armado y por ende, fue calificado como un joven peligroso, por lo que además se suspendieron las clases por lo que quedaba de la semana e incluso, un par de policías se quedarían resguardando la escuela hasta que el cliclo escolar concluyera. Este jueves 23 de marzo se conformó que su cuerpo fue hallado sin vida en una zona montañosa.
La oficina del forense de Denver informó que los restos del alumno de descendencia afroamericana se encontraron a 80 kilómetros al suroeste de la ciudad, muy cerca de Bailey, en el condado de Park. El hallazgo basta remarcar, se dio luego que elementos de seguridad realzaran un operativo de búsqueda por la zona montañosa que incluso fue motivo para pedir a los residentes no salir de casa para no exponerse al joven armado.
Una vez que se dio con el paradero del cadáver, se conformó que los restos pertenecen a Austin Lyle, nombre que fue revelado hasta la mañana de este jueves 23 de marzo. Hasta ahora, no se ha revelado cuál fue la causa del deceso pero será en las siguientes oras cuando Tom McGraw, quien funge com jefe del Condado, ofrezca una conferencia de prensa.
El tiroteo sucedido en la East High School de Denver ya había tenido problemas de violencia. Incluso se dijo que el pasado mes de febrero hubo una reunión para abordar este tipo de problemáticas, lo que llevó a determinar que los alumnos serían revisados al ingreso del plantel y ello permitió dar con el arma que Lyle portaba. Miembros de la comunidad han expresado descontento por las autoridades ya que ante el incremento de los actos de violencia en la escuela, no se ha hecho nada para garantizar la seguridad de los estudiantes.
Fuente: Tribuna