Roma, Italia.- La comunidad italiana está desde hace días completamente indignada por el asesinato de un sabueso policial, cuyo cadáver fue encontrado este pasado viernes 4 de julio en un cobertizo en el sur de Taranto. De hecho, su entrenador, Arcangelo Caressa, reveló que el culpable le dio comida para perros, y lo que probablemente ocasionó su muerte fue que el alimento tenía en su interior clavos.
Hasta el momento de la elaboración de esta nota, no se ha encontrado al autor intelectual, aunque las autoridades locales están haciendo todo lo posible por dar con el criminal. Por su parte, al tema también se unió la primera ministra Giorgia Meloni, quien incluso tiene una fotografía con Bruno y no pudo evitar mostrarse indignada con la forma en que murió: “Vil, cobarde, inaceptable.”
De acuerdo con información de El Universal, el también agente tenía siete años de edad, y se sabe que en ese tiempo logró rescatar a nueve personas como rastreador. En redes sociales, muchos habitantes —tanto quienes conocieron a Bruno como aquellos que simplemente se enteraron del caso por lo mediático que se volvió— exigen que el perpetrador sea encontrado y pague con todo el peso de la ley por el delito.
En cuanto a la legisladora Michael Vittoria Brambilla, se movilizó y, como se caracteriza por ser una ferviente defensora de los derechos de los animales, presentó una denuncia penal ante los fiscales bajo una reciente ley que ella misma ayudó a impulsar. Se sabe que su objetivo es que cualquier persona que atente contra la vida de un ser vivo como el sabueso sea condenada a una rigurosa pena. Es vital señalar que se desconoce la cantidad de años que fueron propuestos.
Finalmente, Caressa piensa que la intención inicial era acabar con su vida en lugar de su compañero, por lo que compartió este dato con los fiscales. Entre las razones que lo llevaron a concluir esto se encuentra que ha recibido amenazas por rescatar perros que eran usados para peleas ilegales. Ante todo, proporcionó a los policías los nombres de dos individuos que se le vinieron a la mente.
Fuente: Tribuna
