OPINION

Decisión clave

Leviatán

Columna de opinión de César TovarCréditos: Tribuna
Escrito en OPINIÓN el

La renuncia de Claudia Indira Contreras a la Fiscalía General de Justicia era cuestión de tiempo, se sabe. Pese a que Alfonso Durazo le dio su voto de confianza y, hay que decirlo, la arropó con la fuerza del Estado para que diera resultados, sencillamente no fue posible. 

Contreras era el epítome de un modelo fallido para gobernar, del rompimiento de Sonora con la procuración de justicia; con ella al frente de la dependencia, la entidad perdió tiempo valioso: no se trataba de que no tuviera respaldo, sino de franca incapacidad.

Y en la situación convulsa en la que se encuentra el país, un gobierno no puede jugársela con un perfil débil al frente de la Fiscalía.

Sonora necesita resultados rápidos y contundentes, que se normalizara la impunidad y la ineficiencia se hiciera ya una característica en la dependencia, debe olvidarse rápidamente, y el camino para ello es elegir correctamente a su reemplazo.

Y no desde el punto de vista político, como se hizo en el sexenio anterior, sino desde lo técnico; resulta indispensable que el ungido posea conocimientos en áreas fundamentales a ras de tierra, no que viva y more en cocteles ni oficinas climatizadas, sino que haya operado en toda la cadena de justicia. 

Ayer, el gobernador se sinceró y propuso a Gustavo Salas Chávez para el cargo. Sin duda, una apuesta arriesgada, algo en lo que Durazo se caracteriza. 

Salas Chávez, vigente Secretario Técnico de la Mesa de Seguridad Estatal, es un personaje cercano al mandatario, con una dilatada trayectoria en cargos públicos gracias a su capacidad transexenal, pues supo trabajar tanto con los gobiernos federales del PAN como con los del PRI.

Sin duda, se trata de un profesional del área, un hombre sobre cuyos hombros cayeron responsabilidades titánicas en casos espinosos como Ayotzinapa, lo que le trajo duras críticas y señalamientos delicados, aunque ninguno de ellos con pruebas, como suele ocurrir en la política. 

Pero es precisamente este ruido lo que hace más relevante la decisión del gobernador, que se juega buena parte de su capital político si Salas Chávez finalmente se convierte en Fiscal.

Durazo, que no sólo aspira a concluir su mandato estatal, sino que ya tiene visos más grandes en su futuro político, habrá calculado más de una vez lo fundamental de no errar, pues si no hay resultados, ni buenas nuevas, entonces el pueblo se lo demandará, y ya no habrá excusas. 

El gobernador se la juega con uno de los suyos y los ciudadanos le darán el voto de confianza, con la esperanza real y clara de que todo vaya a mejor, que es, finalmente, el deseo común, lo que mueve a las partes involucradas a actuar. 

@cmtovar

Fuente: Tribuna