De un tiempo a la fecha, muchísimas personas en el mundo han estado sintiendo una variedad de síntomas sin aparente explicación. Dolores de cabeza continuos, más de lo que pudiera la persona considerar 'normal', mareos casi diarios o muy seguidos, asco; algunas personas tienen insomnio, otras duermen de más, incluso con sueño inusual durante el día. Diarrea y/o vómito, mucha ansiedad sin razón aparente, y casi la mayoría dice tener muy alto el zumbido mejor conocido como tinnitus.
Como es de esperarse, quienes sienten más fuerte estos síntomas van al doctor y buscan hacerse un análisis para ver qué es lo que les pasa, pero los doctores les informan que todos sus índices biomédicos están dentro de los parámetros de lo que se considera normal en una persona sana, y lógico, les recetan algo… unas vitaminas.
Para dar posibles respuestas, debemos recordar la historia de la Resonancia Schumann (RS). Comenzó con la predicción teórica de la existencia de oscilaciones electromagnéticas globales por Nikola Tesla, alrededor de 1905, al hablar de una energía natural circundante a la Tierra.
Sin embargo, fue el físico alemán Winfried Otto Schumann quien describió formal y matemáticamente estas resonancias en 1952. Él modeló la cavidad Tierra-ionosfera como una guía de onda, prediciendo teóricamente las frecuencias de resonancia, siendo la más baja (fundamental) aproximadamente 7.83 Hz. Esta es la resonancia ‘normal’ de la materia en el planeta y a lo que todos estamos acostumbrados.
Las primeras mediciones confiables de estas frecuencias extremadamente bajas (FEB) se realizaron a principios de la década de 1960 por Martin Balser y Charles Wagner, confirmando la teoría de Schumann.
Desde entonces, la ciencia ha reconocido a la RS como un fenómeno electromagnético constante, pero variable; se especula en los círculos científicos que es generado por las descargas eléctricas (rayos) de las tormentas alrededor del mundo, que quedan atrapadas entre la superficie terrestre y la ionosfera. Sus variaciones se utilizan para monitorear el clima y la actividad solar. Pero hasta el momento la ciencia solo conoce su existencia y puede medirla.
En las últimas décadas, ha surgido un campo de investigación interdisciplinaria, que sugiere una posible influencia de la RS en los ritmos biológicos humanos y las ondas cerebrales (especialmente las ondas alfa y theta, cercanas a 7.8-12 Hz), basándose en la sincronización o bioefectos.
A partir de 1982, hubo una variación en la RS; de 7.83 Hz subió a 12 Hz, que hasta ese momento no se habían registrado cambios en la frecuencia desde que se empezó a medir en 1960. Entonces, desde 1982 la RS mostraba oscilaciones entre el 7.83 Hz y el 12 Hz, hasta 1999, cuando pasó a 14 Hz y se mantuvo oscilando entre ese número y los 7.83 Hz hasta 2008, año en el que asciende la resonancia a 16 Hz. Siempre regresando a los 7.83 Hz, hasta 2017, que llega a los 18 Hz. Este ascenso ha seguido dándose y aumentando la velocidad con la que cambia, y a la fecha estamos teniendo picos de hasta 200 Hz, y ya no está regresando a los normales 7.83 Hz.
Esto es lo que muchas personas estamos experimentando, una sintomatología como respuesta del cuerpo humano al cambio en la resonancia Schumann. Y no es algo por lo cual debamos mortificarnos ni estresarnos. Curiosamente, la mejor forma para que no nos afecte este fenómeno natural es no permitiendo que las situaciones y problemas de la vida en la sociedad humana nos impacten en nuestro estado de ánimo.
Como dicen las enseñanzas espirituales y la metafísica, mantén la calma, entra en tu paz interior… ¿A dónde se fue la ciencia? Te preguntarás. Es un hecho que la ciencia no tiene todas las respuestas y a veces no puede, a veces no quiere y otras veces no le conviene tenerlas. Mientras tanto, tú, tu familia, amigos y todos necesitamos estar bien y aprender a estar en calma, a entrar en nuestra paz interior. Daño no te hace; al contrario, la mayoría de las enfermedades tienen su origen en el estrés que vivimos en la sociedad 'moderna'.
Ok, el caso es que al lograr tú paz interior, entonces, tu frecuencia, tu resonancia, aumenta su nivel y te sintonizas con la RS que está teniendo el planeta. Los malestares disminuyen o desaparecen cuanto mayor es tu frecuencia y se equipara con la del planeta.
Están sucediendo muchísimos problemas en el mundo; hasta podrías pensar que 'parece que lo hacen de adrede', pero una cosa es cierta, tú no vas a solucionarlos, y eso está allá, no aquí. Entonces, cuando entendamos que por eso es que no es saludable creer todo lo que vemos o escuchamos, y enfocarnos en nosotros primero y después en nuestro círculo más cercano, es cuando la salud nos bendecirá… Así entonces, que el mundo ruede.
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