Columna

Y que el mundo ruede...

Un Ciudadano Pensó

Y que el mundo ruede...
Columna de Gustavo Tena  Foto: Tribuna

Escribir para uno mismo es tan fácil; uno es totalmente benevolente con la propia opinión, ya que de uno mismo nace. 

Pero escribir para el público en general, la cosa cambia diametralmente.

Existen tantas formas de percibir lo que llamamos realidad, que realmente ha sido un milagro que no nos hayamos sacado los ojos unos a otros.

Hay tantos temas y posturas como personas en el mundo, culturas diferentes, religiones distintas, que aunque todas manejan el mismo tema, Dios, todas lo ven con diferentes lentes. Igualmente, cientos de posturas políticas, filosofías, leyes, reglas, costumbres... Vaya, creo que me doy a entender.

El mundo se revolucionó exponencialmente desde ese año 2020... Las formas en que vivíamos de 2019 hacia atrás se esfumaron y veo todavía en 2025 que muchísima gente aún piensa que un día va a calmarse todo este caos que ha venido creciendo día con día y que de alguna manera volveremos a vivir al ritmo de antes.

En 5 años hemos vivido cambios fundamentales, cataclismos, guerras, avalanchas tecnológicas, crisis económicas y recuperaciones, caídas de gobiernos y resurgimientos, revolución del pensamiento sobre que vinimos a vivir en esta vida, surgieron... Se notaron las dudas sobre la democracia y con ello incertidumbre de hacia dónde vamos a movernos en la política, que no podemos evitar percibir que nos acercamos a un callejón sin salida y estamos a punto de estrellarnos contra el fondo.

En 5 años hemos vivido y experimentado cinco décadas y no parece que muchos se den cuenta de la avalancha de cambios, revoluciones, finales y principios en todos los temas humanos y no humanos.

Cada quien intenta diferentes autoengaños para tratar de que toda esta caótica tormenta que revuelve todo a nuestro alrededor no nos enloquezca y crispe los nervios.

Unos fingen que todo volverá a la "normalidad", otros se convencen de que todo está bien y se encierran en su mundo y muy pocos comprenden que estos cambios llegaron, algunos para quedarse, y otros para empujarnos aún más allá y no se alcanza a percibir dónde será ese destino.

El único consejo que me encontré en mis averiguaciones, que creo que me ha servido, proviene de las enseñanzas espirituales; no me refiero a religión, algo de Buda y algo de otros. Mantenerme en paz interior, entendiendo que de nada sirve que me preocupe u ocupe, porque lo que está sucediendo en el mundo, yo no lo puedo cambiar. Solo me queda adaptarme a lo que llegue y entrar en mi paz.

De nada, pero de nada sirve dejar que el miedo me inunde el alma; solo me atormentará y de nada servirá. Sufrir nunca ha sido la solución. Mejor, me enfoco en atestiguar este evento planetario que jamás ningún ser humano ha atestiguado desde que existimos como especie. Me considero bendecido por estar aquí y ahora en estos momentos magnos de la historia. Inigualable momento para existir.

¿Miedo? ¿Para qué? Atención... Pongo toda mi atención y me encabrona tener que perder el tiempo durmiendo. Dormir es para mí un defecto en el diseño de nuestro cuerpo. Qué pérdida de tiempo. Pero en fin, no hay de otra que entrarle al toro por los cuernos... Como les he comentado en otros de mis escritos:

Y que el mundo ruede. 1CP

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