Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sigue empeñado en hacer del Poder Judicial uno si no sumiso, al menos a modo, tanto para su último año de gobierno como para los seis que vienen, desde su entender, con Claudia Sheinbaum. La salida de Arturo Zaldívar, que precisamente decidió sumarse al equipo de la candidata presidencial morenista, dejó a la Corte a merced de un mandatario decidido a toda costa a controlar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que ha servido de barrera para varias de sus peores ideas.
Al irse Zaldívar, López Obrador envió ya su terna al Senado para que se elija a una como ministra por los próximos cinco años; el problema está en que el trío de citadas no sólo son cercanas al mandatario sino también incondicionales. A esto se le suma que los perfiles de las ungidas están muy lejos de ser los óptimos, tanto por preparación académica como de trayectoria profesional; al compararse con figuras como Norma Piña o Margarita Ríos Farjat, quedan mucho a deber.
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Pero está claro que el juego del presidente es dar un golpe de autoridad que le acerque a su sueño: contar con un tribunal sometido. Cabe recordar que las ministra Loretta Ortiz, esposa de José María Riobó, su amigo incondicional, y Yasmín Esquivel, acusada de plagio de tesis, han sido fieles hacia el poder, votándole todo a favor.
Preocupación
Cabe recordar que López Obrador insistió durante meses que los ministros debían ser elegidos por el voto popular, para que al final decidiera enviar una terna consuma rapidez tras la renuncia de un Zaldívar que ya es un soldado más del presidente.
Resulta paradójico que después de insistir con elegir a los ministros a partir del voto popular, el presidente termine enviando una terna… tiene a la hipocresía como doctrina y cumple la Constitución a su conveniencia”, dijo Tito Garza Onofre, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por su parte, Paola Zavala, abogada y activista, explicó que proponer, por ejemplo, “a la hermana de la secretaria de Gobernación no se explica sin el nepotismo, ¿cómo lo justificas? ¿Cómo harán para hablar de imparcialidad e independencia en el Poder Judicial?”. Los partidos de oposición, encabezados por Xóchitl Gálvez también renegaron de la decisión del presidente al buscar una jueza cercana al poder y sin las credenciales suficientes; Gálvez dijo que la presión social será clave para que el titular del Ejecutivo presente otra terna.
Los líderes de los partidos que conforman el Frente Amplio adelantaron que votarán en contra de los tres perfiles, lo mismo que Movimiento Ciudadano… aunque el asunto no quedaría ahí.
Riesgos
Si la oposición cumple su amenaza de no respaldar a alguno de los perfiles de la terna presidencial, lo que tocaría es que López Obrador tendría la posibilidad de hacer una segunda propuesta, la cual, si nuevamente no convence, entonces la Constitución dicta que la elección queda en manos del presidente, es decir, sin que algún otro actor pueda negar la designación.
Por eso creo que la terna difícilmente será rechazada. Lo que realmente ocurre es que la oposición está entre la espada y la pared, porque si rechaza la terna, y hace lo mismo con la segunda, será AMLO el que controle todo”, explicó el abogado y académico Javier Martín Reyes.
Para el también analista en medios nacionales, se trata de un juego de reglas duras, en donde el presidente “siempre gana”, pues el marco constitucional así lo permite, le guste o no a la oposición que, paradójicamente, también aprovechó estas condiciones cuando el presidente Enrique Peña Nieto propuso a Eduardo Medina Mora, un priista de cuna, funcionario panista y muy cercano al poder, como ministro.
Doble moral
Evidentemente, tirios y troyanos se han pegado con todo lo que han podido. El oficialismo ha defendido con fiereza a las tres mujeres propuestas por el presidente, criticadas, adjetivadas y señaladas por aquellos contrarios a la Cuarta Transformación. Lo que sí ha sido revelador es que se retomaron tuits o declaraciones del círculo de poder en sus años como oposición, cuando estuvieron en contra de la selección de Medina Mora, acusando a Peña Nieto de nepotismo y de buscar una Corte cercana e influenciable, mismos argumentos que hoy se les dice y ellos rechazan con virulencia.
Por ejemplo, Luisa Alcalde, titular de Gobernación, se preguntaba en 2015 si a los asesores de Peña Nieto “¿se les pasó revisar los requisitos para ser ministro de la Corte?”. Hoy, que su hermana está en la terna, pese al tufo de nepotismo que conlleva, no piensa igual. Algo similar con Lenia Batres, hermana del actual jefe de gobierno de la Ciudad de México, quien también decía que el Senado elegía a los favoritos presidenciales y no a los más capaces. El mismo López Obrador, en sus años como candidato eterno a la presidencia, aseguró que nunca más debiera haber ministros cómplices, cercanos o venidos desde el nepotismo.
Fuente: Tribuna