Ciudad de México.- Una vez más, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador sospecha que quien esté en contra de sus propuestas, lo hace guiado por "intereses". En esta ocasión, el político tabasqueño cuestionó a la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Margaret Satterhwaite, quien en días pasados le hizo llegar una carta en la que externaba preocupaciones por las posibles consecuencias que podría atraer la reforma al Poder Judicial en caso de aprobarse.
Esta mañana en conferencia de prensa, cuando los reporteros le preguntaron qué opinaba sobre el texto firmado por la ONU, el líder ejecutivo adelantó que no tenía intenciones de responder la misiva. Asimismo, apeló a la independencia de México, virtual que blinda al país de cualquier opinión externa. Sobre esta línea, aseveró que la ONU no tiene poder de inmiscuirse en asuntos intertos, como lo son las reformas a la Constitución.
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Por otra parte, destacó la ineficacia de la organización en asuntos que realmente le competen. Recordó que muchos de los conflictos internacionales ocurren a partir de la inoperancia de la ONU. Bajo este razonamiento, se dijo seguro de no querer atender las solicitudes de dicho cuerpo que vela por la paz y la seguridad a nivel mundial.
A la par, insinuó que la inconformidad de la ONU hacia la reforma —que pretende acercar la justicia al pueblo mexicano y acabar con la impunidad, de acuerdo con AMLO— responde a otro tipo de intereses que el propio mandatario no terminó de aclarar del todo. No obstante, sugirió que se relacionaba con el problema de cómo "oligarquías en el mundo han ido controlando todos estos organismos".
Que no les guste a ellos pues no sé a qué intereses representan".
¿Qué decía la carta de la ONU?
Margaret Satterhwaite desplegó una serie de contrargumentos sobre la reforma al Poder Judicial. Recordemos que uno de los puntos cruciales de esta propuesta se basa en la elección popular de jueces, magistrados y ministros, ante lo cual la experta echó luz sobre que este nuevo método de selección podía derivar en que los candidatos buscaran complacer a los votantes o patrocinadores de campaña. Así, las personas que aspiran a los cargos podrían priorizar otras cuestiones que terminarían por afectar la imparcialidad.
Fuente: Tribuna Sonora