Cajeme, Sonora.- Una cuarta parte de los distritos electorales a nivel federal son considerados como focos rojos para las elecciones del 2 de junio, las más grandes de la historia. En tales sitios han ocurrido desde secuestros, hasta ataques y asesinatos tanto en contra de la clase política como de la ciudadanía en general.
Y si en 2021, fecha de la elección intermedia, ya hubo problemas y se señalaron distritos que sugerían la necesidad de un cuidado esmerado, los riesgos aumentaron para la crucial elección de este año. Si en 2021 hacía riesgo de organizar los comicios en 12,600 secciones, agrupadas en 40 distritos, hoy ese número subió a 74, equivalentes a más de 20 mil secciones, esto al considerarlas riesgosas por pandillerismo, vandalismo, delincuencia generalizada y presencia de venta de drogas o personas armadas.
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El Instituto Nacional Electoral (INE) ha documentado que en los 74 distritos se han presentado una serie de delitos como masacres, secuestros, balaceras, extorsión o desplazamiento forzado a causa de la presencia criminal. En el mapa de riesgo electoral están presentes 21 estados: Sonora, Sinaloa, Chiapas, Ciudad de México, Jalisco, Morelos, Tabasco, Veracruz, Baja California, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Colima, Zacatecas, San Luis Potosí, Michoacán, Guerrero, Estado de México y Quintana Roo.
En 2021, hasta en cien municipios los candidatos no hicieron campaña, ya que las amenazas recibidas eran constantes, además de que varios sufrieron agresiones o secuestraron a operadores de sus movimientos políticos.
Temores
Para los comicios de este año, Estado de México, Michoacán y Guerrero son las regiones con más alertas, ya que las extorsiones y los intentos de subyugar a la población por parte del crimen organizado no cesan. Las investigaciones de organizaciones de la sociedad civil y universidades han dado cuenta de que el abstencionismo en muchos municipios de estas entidades ha crecido en relación directa a la presencia de las células del narcotráfico.
En los últimos meses también se han agregado distritos en Chiapas o Tabasco, todo por la disputa del negocio de la migración ilegal, que mantiene a gran número de miembros del crimen organizado en las diferentes zonas. Casos como el de Sonora, donde está el recuerdo aún nítido del asesinato de Abel Murrieta, además de las amenazas a otros aspirantes, también es significativo.
Ataques
De acuerdo con el reporte de Data Cívica, en los últimos dos años los ataques a políticos, funcionarios e integrantes de partidos políticos crecieron casi 200%, lo que presupone que las elecciones de este año serán las más crueles. Las cifras del proyecto Votar entre balas. Entendiendo la violencia criminal – electoral en México, entre el 1 de enero de 2018 y noviembre de 2023, se registraron 1,563 ataques, asesinatos, atentados y amenazas contra personas que se desempeñan en el ámbito político, gubernamental o contra instalaciones de gobiernos o partidos.
Sangriento
Simplemente, desde que el proceso electoral actual se puso en marcha en septiembre pasado, los asesinatos de políticos, aspirantes o integrantes de partidos ya superan los noventa casos. Y todos los organismos políticos tienen víctimas, prácticamente sin distinción. “La violencia será mayor donde los candidatos en funciones sean más débiles y tengan más probabilidades de ser desbancados, ya que los cambios de poder entre los partidos políticos interrumpen los acuerdos político-criminales existentes”, señala el informe Perspectivas de México para 2024 del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice.
La nueva estructura del crimen organizado en México y la multiplicidad de actividades en las que participan hace que sea más probable que exista una grave violencia política con un alto grado de impunidad”, dijo Tony Payan, director del Centro para Estados Unidos y México del Instituto Baker.
Fuente: Tribuna