Santa María Acuitlapilco, Tlaxcala. - La imagen de Brenda Esmeralda N., vestida de novia frente al féretro de su pareja, Inés de Jesús N., alias ‘El Bola’, ha conmovido profundamente a la comunidad de Santa María Acuitlapilco y a miles en redes sociales. Lo que sería su boda el próximo 14 de diciembre se convirtió en un desgarrador adiós, luego de que Inés falleciera trágicamente al ser atropellado por una unidad de transporte público.
Brenda e Inés, conocidos y queridos en su comunidad, llevaban 10 años en unión libre. Ambos habían decidido formalizar su matrimonio ante la iglesia católica tras una década de compartir sueños y proyectos, incluyendo el negocio de jugos y frutas que Inés lideraba con el apoyo incondicional de Brenda.
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La noche del viernes 6 de diciembre, esos planes se vieron abruptamente interrumpidos. Inés, de poco más de 30 años, fue atropellado por un transporte colectivo de la línea Flecha Azul al intentar cruzar la carretera Puebla-Tlaxcala. El impacto le arrebató la vida de inmediato, dejando a Brenda y a sus familias sumidos en el dolor.
Hay que decir que el pasado lunes 8 de diciembre, el cortejo fúnebre que acompañó el cuerpo de Inés a la iglesia principal de Acuitlapilco fue especialmente conmovedor. Brenda, con su vestido de novia, caminó junto al féretro, cumpliendo simbólicamente el sueño de acompañar a su pareja al altar, aunque en circunstancias desgarradoras.
Durante la misa de cuerpo presente, los asistentes, llenos de lágrimas y dolor, rindieron homenaje a la vida de Inés. Posteriormente, el cortejo se dirigió al panteón de la comunidad, donde ‘El Bola’ fue sepultado vestido con el traje que había preparado para su boda.
La tragedia desató la indignación en la comunidad. Horas después del accidente, un grupo de pobladores, furiosos por la falta de respuesta inmediata, interceptó una unidad de la línea Flecha Azul en la misma carretera. El vehículo fue detenido, los pasajeros y el conductor obligados a descender, y posteriormente, la unidad fue incendiada como un acto de justicia comunitaria.
Ante el disturbio, ninguna autoridad llegó al lugar para calmar la situación. La concesionaria de transporte suspendió todas sus rutas hacia Acuitlapilco, alegando falta de garantías de seguridad para sus unidades y personal.
La muerte de Inés de Jesús, un comerciante querido por su entusiasmo y cercanía con los vecinos, sin duda dejó un vacío en la comunidad. Su fallecimiento no solo expuso los peligros de la carretera Puebla-Tlaxcala, sino también la frustración de una población que siente abandono por parte de las autoridades locales.
Brenda, en medio del luto, ha sido símbolo de fortaleza y amor eterno, mientras la comunidad exige justicia por la pérdida de “El Bola” y la pronta reanudación de los servicios de transporte, esenciales para su día a día.
El trágico desenlace de esta historia subraya la necesidad urgente de mejorar las condiciones de seguridad vial y la atención oportuna de las autoridades en casos de emergencia. Mientras tanto, el recuerdo de Inés y la imagen de Brenda vestida de novia seguirán resonando como un testimonio de amor y un llamado a la acción para prevenir tragedias similares.
Fuente: Tribuna