Ciudad Obregón, Sonora.- Momentos de pánico y angustia se vivieron la tarde del pasado domingo en calles de la colonia San Anselmo, en la cabecera municipal de Cajeme (estado de Sonora), luego de que se reportara una agresión armada: un grupo de sicarios agredió a balazos a dos masculinos, de los cuales uno murió y otro terminó lesionado. Ambas víctimas ya fueron reconocidas por las autoridades locales.
Las siguientes imágenes son sensibles, favor de tener discreción.
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De acuerdo con los primeros reportes de las autoridades cajemenses, los hechos ocurrieron la tarde del pasado domingo 24 de marzo del 2024, alrededor de las 16:30 horas, tiempo local, en las calles Adolfo de la Huerta y Antonio Valenzuela, de la colonia ya referida de Ciudad Obregón. Ahí, Héctor M. B., de 33 años, alias 'El Conejo' y Ricardo A. A., de 26 de edad, fueron agredidos a balazos por motosicarios.
Información extraoficial señala que los masculinos, al ver a sus agresores, intentaron huir, pero fueron perseguidos desde la calle Ciprés y Aquiles Serdán hasta la Adolfo de la Huerta, donde quedó tirado 'El Conejo', en tanto que Ricardo alcanzó a ser baleado. Civiles que vieron la agresión dieron aviso a las autoridades a través del Servicio de Emergencias 911, al mismo tiempo que socorrieron al joven que aún presentaba signos vitales.
Los vecinos lo llevaron a un centro hospitalario, mientras que los presuntos agresores huyeron hacia un rumbo desconocido. A la brevedad se activó el Código Rojo y se movilizaron en la escena agentes de la Policía Municipal de Cajeme, así como de la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP). También llegaron elementos de la Guardia Nacional y paramédicos de la Cruz Roja, quienes revisaron a Héctor.
Los socorros informaron que 'El Conejo' ya no tenía signos vitales, por lo que cubrieron su cuerpo con una manta azul. El perímetro quedó acordonado y fue entregado a personal de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sonora (FGJES) para la realización de las diligencias correspondientes y el levantamiento de la evidencia. Más tarde, ambas víctimas fueron reconocidas por sus propios familiares.
Fuente: Tribuna