Mazatlán, Sinaloa. - En medio de la creciente ola de violencia en el estado de Sinaloa, trabajadores del Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Villa Unión, Mazatlán, denunciaron haber sido víctimas de agresiones por parte de un comando armado durante la madrugada del 15 de septiembre. Según el comunicado emitido por el personal del nosocomio y difundido por la prensa local, los delincuentes llegaron al área de urgencias exigiendo atención médica para personas heridas por arma de fuego.
El personal médico detalló que fueron sometidos a violencia física y verbal, junto con los pacientes que ya estaban recibiendo atención. "En ningún momento se les negó la atención médica, pero recibimos amenazas de muerte, como: 'Si mueren ellos, mueren ustedes'", relata el comunicado firmado por médicos y enfermeros del hospital.
Te podría interesar
Según los trabajadores del IMSS, el comando armado obligó a varios miembros del personal a trasladar a los heridos a otro centro médico en Mazatlán, debido a la falta de equipamiento necesario para atender sus graves lesiones. "Sólo se estabilizaron", detallaron, dejando en claro que las condiciones del hospital no permitían una atención adecuada para las lesiones por arma de fuego que presentaban los individuos.
Además, en el mismo documento, los trabajadores del hospital expresaron su temor por la creciente inseguridad en la región, destacando el impacto emocional y físico que los eventos de esa noche tuvieron en ellos. "Tememos por nuestra seguridad e integridad. Solicitamos seguridad por parte del IMSS o del gobierno para poder desempeñar nuestras actividades como profesionales de la salud", enfatizaron.
Los trabajadores también advirtieron que, de no recibir respuesta por parte de las autoridades competentes, podrían abandonar sus puestos de trabajo para proteger su integridad. "Cada uno de los trabajadores tiene una familia que nos espera en casa, y esto nos genera un daño moral", concluye el comunicado.
Lo cierto es que desde el 9 de septiembre, las disputas entre células del Cártel de Sinaloa han detonado una serie de enfrentamientos en Culiacán y municipios cercanos, generando un ambiente de inseguridad que ha cobrado al menos 38 vidas hasta la mañana de este 16 de septiembre. La cifra incluye civiles armados, militares y personas ajenas a los conflictos.
Hasta el momento, las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre las denuncias realizadas por el personal del IMSS en Villa Unión, ni se ha revelado la identidad de los heridos o el destino al que fueron trasladados.
La situación resalta la gravedad de la crisis de seguridad en Sinaloa, una región que continúa enfrentando las consecuencias de las guerras entre grupos criminales, afectando tanto a la población civil como a los trabajadores esenciales.
Fuente: Tribuna