Ciudad Obregón, Sonora.- El fin de la cuarentena trajo consigo el regreso a clases presenciales. Algunos consideran que el pasar meses encerrados pudo haber causado estragos en las mentes de los jóvenes. Sin embargo, ¿Puede el confinamiento haber servido como experiencia para que los adolescentes sean más resilientes?
En términos concretos, la adaptación psicológica se refiere a “una reacción de la persona como forma de responder a una situación o circunstancia” El individuo modifica su conducta respecto a las condiciones del medio en el que vive.
La Psicóloga Gladys Jiménez considera que, si bien la pandemia afectó en gran medida la psique de todos, es posible que, en las condiciones correctas, los jóvenes puedan adaptarse y aprender de ella.
“Es una etapa en la que hay mucha capacidad de adaptación pues sus mentes son muy moldeables, pero dependerá mucho de las redes de apoyo que tienen los niños”, explicó en entrevista para TRIBUNA.
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A veces los lazos familiares no son suficientes, y es entonces cuando instituciones sociales como Comité de Promoción Social del Valle del Yaqui (Provay), pueden entrar en escena. Su directora y psicóloga, Lizeth García, explicó que Provay se ha especializado en la salud mental de niños y adolescentes, y comentó sobre la importancia en que los jóvenes de estas edades pasen por “procesos de identificación”. También afirmó que “Si no tuvieron el espacio de socialización o de intercambio, tiene afectaciones en su salud emocional que con el tiempo iremos viendo”.
- ¿La resiliencia es posible?
Lizeth, como Gladys, estuvo de acuerdo en la importancia de las redes de apoyo. “Existe esperanza en la adaptación, se está logrando tanto a nivel individual como colectivo. Se necesita una red, vínculos seguros, y esos son la familia, los amigos, la comunidad, las personas con las que convives. Esas relaciones son las que hay que cuidar”, concluyó.