Ciudad de México.- La carne de pollo tiene la principal característica de estar cubierta de piel, la cual, puede comerse o no, según sean las costumbres culinarias de cada persona, pero por lo general se acostumbra a retirarla, sin embargo, puede que no sea la mejor idea.
A pesar de que quitar la piel sea una forma de eliminar algunos gérmenes antes de la cocción, es posible que también se favorezca a la contaminación de los tejidos internos del pollo, lo cual no es identificable a plena vista y puede dar paso a infecciones alimentarias.
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Muchas personas suelen tirar la piel del pollo para asegurarse de que sea un aliento limpio, sin embargo, la cocción será, la que se encargue de esta tarea, pues el calor hará que desaparezcan los posibles gérmenes y bacterias que pudiera contener el pollo, por lo que no es necesario retirar la piel.
De acuerdo con algunos expertos quitar la piel no afecta en nada las propiedades del pollo, sino que más bien se relaciona con un sentido nutricional, en el cual evitar esta parte del alimento es igual a una comida más sana.
Esto se debe porque la piel suele tener una mayor concentración de grasa, por lo que eliminarla es una de las formas más saludables de comer pollo.
Es importante tener en cuenta que no se debe juntar el pollo con otros tipos de carne como la de puerco o la de res mientras estén crudos, ya que con o sin piel, esta acción favorece la contaminación de los tejidos.
Fuente: Consumer, Divina cocina