Roma, Italia.- El Papa Francisco fue sepultado en la Basílica de Santa María La Mayor ante la presencia del Cardenal Camarlengo Kevin Joseph Farrel y otros allegados al pontífice, luego del funeral en la plaza de San Pedro ante la presencia de 250 mil personas, quienes acudieron a despedir al santo padre en la misa realizada donde se congregaron fieles de distintas partes del mundo.
Su cuerpo fue depositado en una tumba sencilla de acuerdo a los deseos expresados por el sumo pontífice, hecha de mármol de la región italiana de Liguria de donde fueron sus abuelos paternos, y eligió ese recinto para depositar sus restos mortales por ser devoto de la Virgen María, a quien iba de manera frecuente a rezar en la imagen ‘Salus Populi Romani’ (Protectora del pueblo romano), según cita Infobae.
El rito de la sepultura inició a las 13:00 horas tiempo de Italia y duró treinta minutos ante la presencia de los demás cardenales que lo acompañaron en el cortejo fúnebre por las calles de Roma, desde su salida de la Basílica de San Pedro en el Vaticano hasta la última morada en la Basílica de Santa María La Mayor.
Eligió un pequeño espacio detrás de la escultura de la Reina de la Paz que anteriormente era utilizada para almacenar candelabros, según citó en el libro ‘El sucesor’ publicado en 2024 donde manifestó: “Justo después de la escultura de la Reina de la Paz (la Virgen) hay un pequeño recinto, una puerta que da a un cuarto que usaban para guardar los candelabros. Lo vi y pensé: ‘Ese es el lugar’”.
Los pontífices anteriores habían sido sepultados en las Grutas Vaticanas o los confines del Vaticano, sin embargo, la decisión de Francisco de elegir esta basílica no es considerado un detalle menor sino una declaración de ruptura de las costumbres establecidas por más de un siglo desde el entierro del Papa León XII en la Archibasílica de San Juan de Letrán en 1903.
En su testamento, fechado el 29 de junio de 2022, el Papa Francisco eligió este lugar por ser un espacio de profunda conexión espiritual y emocional con este antiguo santuario mariano y en su pontificado se detenía a rezar antes y después de cada viaje apostólico como agradecimiento:
“Deseo que mi último viaje terrenal termine precisamente en este antiguo santuario mariano, donde siempre me detengo a rezar al inicio y al final de cada viaje apostólico”, para encomendar confiadamente mis intenciones a la Madre Inmaculada y agradecerle sus dóciles y maternales cuidados”. Expresó.
Se mencionan más de 115 visitas en su pontificado a este espacio en los medios locales de Roma, a donde acudía a ofrecerle flores y sus oraciones ante esta imagen antigua del periodo bizantino venerada en esta Basílica considerada patrona de Roma y a la que han recurrido en periodos de crisis como en la pandemia del Covid-19 y pestes en el pasado.
Fuente: Tribuna
