Uttaradit, Tailandia.- Un niño de 8 años que vivía aislado en una choza con perros salvajes fue rescatado por la policía tailandesa y llevado a un centro de atención infantil donde recibirá atención médica, psicológica y social, fue encontrado en estado de desnutrición rodeado de perros salvajes sin contacto humano por lo que había perdido la habilidad para hablar.
El menor fue rescatado del abandono en el que lo tenía su madre y un hermano de 23 años, ambos con resultado positivo en las pruebas de drogas que se les practicaron durante la intervención policial, recibieron un subsidio para la educación del pequeño, pero nunca acudió a la escuela para dejarlo en las condiciones extremas en que vivía junto a seis perros salvajes.
De acuerdo con información de Infobae, el menor había perdido la capacidad de comunicarse mediante el lenguaje humano y únicamente emitía sonidos similares a ladridos, comportamiento que había adoptado por su convivencia casi exclusiva con animales, el hallazgo se produjo a principios de esta semana, durante una redada conjunta entre la Policía de Lap Lae y el Ministerio de Educación de Tailandia.
Las autoridades acudieron a la vivienda tras recibir una denuncia por parte de la activista por los derechos del niño, Paveena Hongsakul, quien había sido alertada previamente por la escuela local ante la ausencia prolongada del menor, su madre había recibido un subsidio para educación gratuita pero siempre lo mantuvo en casa recluido.
Declaró Hongsakul la activista, que trasladó el caso a la policía local tras varias advertencias del centro educativo, relató también que el niño no hablaba, solo ladraba. “Fue lamentable verlo”, añadió con tristeza.
El menor, que no había tenido contacto con otros niños ni adultos fuera de su núcleo familiar, había desarrollado un comportamiento totalmente desvinculado del entorno humano, sin ningún humano con quien interactuar, recurrió a los perros para socializar y terminó imitando su comportamiento, explicaron las autoridades.
Vecinos de la zona señalaron que habían visto en varias ocasiones a la madre pidiendo comida y limosna, y que su actitud había generado preocupación entre las familias del vecindario, señalando el comportamiento errático de la mujer como principal motivo de aislamiento del menor.
La vivienda donde residía la familia se encontraba en un estado precario, sin acceso a servicios básicos y rodeada de animales salvajes, dentro de la choza, los agentes hallaron al niño en condiciones insalubres, desnutrido y sin ninguna muestra de haber recibido cuidados médicos o educativos básicos.
El pasado 30 de junio, durante la intervención policial, tanto la madre como el hermano fueron detenidos y acusados de consumo de drogas, el niño fue inmediatamente retirado de su custodia y trasladado a un centro de atención infantil local, donde comenzó a recibir asistencia médica, psicológica y social.
Fuente: Tribuna
