Ámsterdam, Países Bajos.- Tanto el Covid-19, como las vacunas contra la infección tienen alrededor de poco más de un año y medio siendo investigados, pese a que la comunidad científica está haciendo su mejor trabajo para comprenderlos de forma rápida, siempre existe la posibilidad de que surjan pequeños inconvenientes en el camino.
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Tal es el caso de las vacunas de Pfizer y Moderna, mismas que fueron puestas a prueba bajo un grupo de personas en diferentes ensayos clínicos antes de que fueran exportadas a distintas partes del mundo, pese a que esto le dio a las farmacéuticas una perspectiva de cómo funcionarían, con el pasar del tiempo surgieron nuevos efectos secundarios vinculados a las mismas.
El pasado miércoles, 11 de agosto, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) declaró que están investigando tres nuevas afecciones que un pequeño número de personas denunció tener tras ser inyectados con las vacunas de Pfizer y Moderna, por lo que decidieron evaluarlos para poder añadirlos o descartarlos de la lista de efectos secundarios de las inoculaciones.
De acuerdo con datos de la agencia de Reuters, actualmente se están estudiando la eritema multiforme, se trata de una reacción alérgica que se manifiesta en la piel; glomerulonefritis, es decir una inflamación en los riñones; y el síndrome nefrótico, un trastorno renal que es identificado por poseer grandes pérdidas urinarias de proteínas. Por su parte, las farmacéuticas no han hecho ningún comentario al respecto.
Esta situación no es nueva, ya que tanto Moderna, Pfizer, AstraZeneca y Johnson & Johnson han sido señaladas por ciertos efectos secundarios, sin embargo, las agencias de salud como EMA, CDC o la misma OMS han declarado que sus beneficios superan por mucho a las reacciones adversas.
Fuentes: Reuters